Las aguas que bañan al archipiélago canario destacan por su riqueza en cuanto a biodiversidad se refiere. En las islas se pueden ver muchas especies, destacando por su cantidad los tiburones o las rayas, de las que se han contabilizado hasta 86 especies, entre las que se encuentran el pez martillo o el angelote. Pero en ocasiones se pueden ver en aguas canarias una especie de delfínido tan famoso como la orca, un cetáceo al que precede su fama de depredador implacable al que se le conoce como la 'ballena asesina, que es una mala traducción del inglés 'killer whales', que significa literalmente asesina de ballenas.

La orca (Orcinus orca) es una especie de cetáceo odontoceto perteneciente a la familia de los delfines oceánicos (Delphinidae). Las orcas suelen desplazarse en grupos familiares, cuyos miembros suelen permanecer juntos toda la vida. A veces se pueden unir varios grupos para formar superfamilias. Se conoce que hay clanes que llegan a desarrollar dialectos propios.

Recientemente se ha constatado el aumento de el número de avistamientos y ataques de orcas a sus presas en aguas de Canarias, en muchos casos documentados por pescadores o usuarios de barcos de avistamiento de cetáceos. Documentos como el vídeo grabado en el corredor marino entre Tenerife y Gran Canaria que reflejan a un grupo de orcas atacando un cachalote pigmeo en las costas canarias donde se ve como unos pescadores graban el momento en el que una de las orcas apresa en el hocico al cachalote y comienza a golpearlo y hundirlo para, finalmente, comérselo. Otro de los avistamientos ocurrió en aguas cercanas a Fuerteventura, donde dos personas grabaron desde una lancha el avistamiento de dos orcas que nadaban cerca de la embarcación para susto de los tripulantes que huyeron asustados del lugar, a pesar de apenas existir registro de ataques de estos animales hacia el ser humano. En la costa del sur de Tenerife también se ha producido un avistamiento de una manada de orcas que estaba cazando calderones. Un grupo de turistas que se encontraba en embarcaciones de recreo fueron testigos del ataque. Por parte de los biólogos se destaca la normalidad de este tipo de ataques aunque lo que es menos frecuente que lo hagan tan cerca de la costa y que al notar la presencia humana la manada no emprenda la huida. Esto ocurría en el canal de Juan Prin, que es como se conoce al mar que hay entre la Gomera y Tenerife, una de las zonas preferidas por los cetáceos y donde es habitual poder navegar junto a delfines y calderones tropicales de hasta seis metros.

Otro de los avistamientos más numerosos ha ocurrido en Gran Canaria, a tan solo unas millas de Puerto Rico, donde se observaron dos grupos diferentes de estos animales, no formado por dos machos y, al menos, seis ejemplares más, entre hembras y algún juvenil; y otro, a unas dos millas del primero, con un macho y tres hembras.

Una de las explicaciones para estos avistamientos es la abundancia del atún rojo del Atlántico y de otros cetáceos como el cachalote que sirven de alimento a las orcas. Es por ello que entre los meses de marzo y mayo estos delfínidos puedan ser avistados con mayor frecuencia en aguas del archipiélago y se tengan noticias de sus ataques.