Samsung ha sido capaz de lo mejor y de lo peor en el sector de la telefonía móvil. En 2008 la compañía coreana introdujo su primera pantalla Amoled, de cristal orgánico, capaz de ofrecer mejor calidad de imagen. En 2011 llegaría el S Pen, un lápiz interactivo con el que utilizar las pantallas de mayor tamaño de dispositivos como el Note. En 2013 fueron presentados sus primeros dispositivos resistentes al agua y al polvo. Dos años después, en 2015, llegaría la carga inalámbrica. Pero el pasado año también protagonizó el peor lanzamiento de un dispositivo en la historia: el del Galaxy Note 7 del que ya se ha dicho -y escrito- casi todo. Precisamente por esto último el gigante coreano sabe que se juega mucho con el lanzamiento de su nuevo buque insignia, el Note 8, un dispositivo llamado a hacer olvidar a su predecesor.

La actual tendencia del mercado es equipar los dispositivos de gama alta con cámaras dobles. Hasta el día de hoy tan solo Samsung se resistía a incluir una mejora que ya tenían desde su máximo competidor, Apple, hasta la gran mayoría de grandes jugadores del sector.

Pero Samsung no solo se ha rendido a lo que el mercado solicita hoy en día, sino que además lo ha hecho con inteligencia ya que su doble cámara ofrece unas posibilidades que entusiasmarán a los aficionados a la fotografía. Sus dos lentes estabilizadas ópticamente de 12 MP cada una -es el único móvil del mundo con esta tecnología- ofrecen un teleobjetivo con zoom óptico 2X -f 2.4- y un gran angular -f 1.7-. Esto hace que de cada foto se puedan obtener varias versiones con diferente amplitud, acercamiento a un objeto e incluso profundidad de campo. A esta tecnología, la compañía coreana le ha puesto el nombre de Live Focus. Y no solo eso, sino que al incluir dos estabilizadores ópticos las posibilidades al capturar imágenes con poca luz o a la hora de grabar vídeo se multiplican.

Pero el elemento diferenciador de la gama Note es su lápiz inteligente S Pen. Una de las principales ventajas de tener un lápiz con el que poder escribir en una pantalla es que la intuitiva escritura a mano aumenta nuestra productividad. Por primera vez se puede escribir en el teléfono cualquier anotación estando este con la pantalla apagada. La tecnología detrás de esa misma pantalla, en combinación con la del S Pen, lo hacen posible. Pero no solo eso sorprende, sino que además esas mismas notas son editables, tal y como haríamos con un lápiz y una goma de borrar. Pero digital.

El Note 8 ofrece, además, todos -absolutamente todos- los avances que debe tener un dispositivo cuyo precio es de 1.010 euros y que ya está disponible para reservar en las principales tiendas tecnológicas. Samsung no ha querido dejar nada en el tintero y ha dotado a este dispositivo de toda la tecnología surgida en los últimos años, incluyendo el conector de auriculares para los magníficos AKG que vienen en la caja.