Gran Canaria se convirtió por una noche en la sede de la más alta cocina de autor gracias a la iniciativa de la prestigiosa cadena hotele-ra Seaside, que tuvo la genial idea de proponer una cena memorable a cuatro manos protagonizada por dos cocineros de máxi-mo nivel: el prestigioso chef ejecutivo del aclamado restaurante londinense Peninsula, Tomas Lidakevicius, cotizado influen-cer especializado en gastronomía con 93.400 seguidores, que diseñó un menú inolvidable con uno de los mejores chefs que ofician en Gran Canaria, Steffen Schenk, jefe de cocina de los restaurantes Esencia y La Bodega del hotel Seaside Palm Beach, de cinco estrellas.

Tan sólo unos pocos comensales pudieron disfrutar del momento y conocer de forma exclusiva las creaciones de Lidakevicius, toda una declaración de amor a esa cocina de producto de la que hace gala la cotizada cadena Seaside.

Los dos juntos -Tomas y Steffen- crearon platos donde se unieron amistad, pasión y tradición. Fue todo un acontecimiento gastronómico, un evento culinario y lúdico que la propiedad de Seaside podría repetir más a menudo, teniendo en cuenta el éxito rotundo de la convocatoria.

Durante la velada, algunos clientes del Seaside Palm Beach, de cinco estrellas, y del Seaside Grand Hotel Residencia, cinco estrellas gran lujo, disfrutaron de un sueño de sabores donde los dos cocineros fueron capaces de conseguir que los participantes en esta experiencia pudiéramos vivir una cena degustación irrepetible.

Allí estaba todo el equipo de sala volcándose para que cada receta saliera en su justo punto, explicando a comensales de varias partes del mundo los detalles de esos platos tan delicados.

Durante toda la noche se unieron ese trato personal cercano pero muy profesional, un buen ambiente que se respiraba tanto en el comedor cubierto como en la terraza, y el excelente producto que fue cocinado con exquisita realización técnica.

Rutilante trayectoria

La trayectoria de Lidakevicius está avalada por un engalanado curriculum que atesora muchos de los grandes premios de la cocina internacional.

Ganó experiencia en algunos de los mejores restaurantes de Londres, como el restaurante Galvin en Windows, con 3 estrellas Michelin, el Corrigan's Mayfair y el City Social en Moorgate, antes de ser nombrado jefe de cocina en el restaurante The Peninsula, en el Hotel InterContinental London, donde este año fue distinguido con tres prestigiosos premios Rosettes.

Cada bocado, un delirio

El menú merece mención a parte, desde los aperitivos, compuestos por tartaleta con calabaza y wasabi, tartar de salmón, papa rosti y limón y bolita frita de espinilla y chucrut, hasta el postre y prepostre, que de todo hubo en la convocatoria.

Para empezar, fue árdua la tarea de elegir entre tres maravillas emplatadas como si fueran obras de arte: langosta escalfada con yogur, aguacate y pepino fermentado, mousse de remolacha glaseada y queso de cabra, o pechuga de codorniz enrollada con raíz de perejil y rábano picante.

Los platos principales fueron una combinación perfecta de técnica, producto y pasión por la cocina, que se materializaron en unas costillas de ternera estofadas 48 horas con apionabo y salsa agridulce que se derretían, literalmente, en la boca; bacalao con papas bombay y coliflor, y flor de calabacín rellena de miso y salsa de levadura tostada.

Para rematar la experiencia, un pre-postre (sorbete de espino amarillo, laurel y torta dulce), y finalmente el aclamado postre: parfait de chocolate, panna cotta de vainilla y plátano, guiño de la cocina internacional de más alta factura a la excelencia del producto canario.

Un equipo cinco estrellas

Perfecto estuvo también un equipo que se deshizo en atender a los comensales con toda la profesionalidad que se espera de un establecimiento cinco estrellas como el Seaside Palm Beach.

Allí estuvieron para dar lo mejor de cada uno en una velada tan excepcional los jefes de partida Carlos Romero, Juan Manuel del Toro yTobias Conrad, que compartieron esta experiencia con otro profesional de la casa, Francisco Almeida, que hizo las veces de sumiller y eligió para cada plato los vinos que mejor se adaptaban a su estructura e ingredientes.

Un acontecimiento de los que merece la pena participar.