El humor no envejece y, cuando trenza ingenio, ironía e inteligencia, es inmortal. En la coronación de medio siglo de trayectoria, ni Les Luthiers ni sus seguidores siguen siendo los mismos, pero su fórmula de hilaridad musical y retorcimiento brillante del lenguaje sigue incólume en el imaginario humorístico familiar.

La aclamada formación argentina regresa este fin de semana al Auditorio Alfredo Kraus, en Las Palmas de Gran Canaria, al abrigo de la gira de su espectáculo antológico ¡Chist!, que reúne una selección de muchas de las obras más aclamadas de sus más de 50 años de recorrido en los escenarios.

La alineación actual de Les Luthiers, que integran Carlos López Puccio, Jorge Maronna, Tomás Mayer-Wolf, Marcos Mundstock, Martin O'Connor y Horacio Tato Turano, revivirá en directo una decena de episodios memorables de su universo fantástico, entre los que desfilan Manuel Darío, El bolero de los celos, La bella y graciosa moza marchose a lavar la ropa, Solo necesitamos, La hija de Escipión y Encuentro en el restaurante; extraídas de los espectáculos Mastropiero que Nunca, Bromato de Armonio, Viegésimo Aniversario, Unen Canto con Humor y Por Humor al Arte.

Les Luthiers regresan al Archipiélago con lo más granado de su repertorio después de tres años desde su última visita, en 2015, a lomos del montaje Lutherapia, también en el Auditorio Alfredo Kraus. Entre medias, el sexteto de veteranos e incorporaciones se alzó con el Premio Princesa de Asturias de Comunicación y Humanidades en 2017 en el año de su 50º aniversario, que distinguía, más allá de su creación artística y humorística, su relevancia como "espejo crítico" y "referente de libertad en la sociedad contemporánea".

También en este intervalo se produjo uno de los golpes más tristes en el corazón del grupo con el fallecimiento de uno de sus fundadores, Daniel Rabinovich (Neneco, para los amigos), el pasado verano de 2015. Aunque su ausencia se sigue haciendo presente para los acérrimos de Les Luthiers, los relevos que conforman el núcleo actual de la formación mantienen la altura y el poder de contagio de la carcajada constante.

Antología

El espectáculo ¡Chist! se estrenó el pasado 2011 en el Teatro Astengo, de Rosario (Argentina) como experiencia antológica para luthermaniacos y, en el cénit de sus bodas de oro, Les Luthiers invita a celebrar con este homenaje que la función sigue y que estos "viejos hazmerreíres", también.

La selección de sketches de ¡Chist! se apuntaló de la mano de una exhaustiva criba a 12 manos por parte de los componentes de Les Luthiers. Esta composición final sirve en escena un menú variado en etapas, temáticas y estilos, cocinado con la misma receta humorística de las últimas décadas, pero "con ingredientes nuevos".

Así lo recordó Martín O' Connor, una de las incorporaciones más recientes a la formación -como suplente en 2012 y miembro fijo en 2015, tras la muerte de Rabinovich- durante una entrevista a LA PROVINCIA, el pasado enero. "Todo va mutando", expuso el humorista. "Cuando nosotros no podamos brindar la calidad de toda la vida Les Luthiers se acabará. Hasta ahora lo hemos conseguido. Hoy en día somos tres históricos y tres nuevos, el espectáculo es el mismo, las carcajadas también, y de momento y, hasta ahora, vamos por el buen camino".

Asimismo, el hilo conductor de ¡ Chist! es el episodio La Comisión, que relata las vicisitudes de dos políticos corruptos que emprenden la búsqueda de un músico de poca monta que se preste a cambiar el himno nacional para disfrazarlo de cántico de partido (del Frente Liberal Populista Lista Azul), lejos de pretensiones unificadoras de un país y más próximo a intereses e himnovaciones. Este relato, procedente del espectáculo Bromato de Armonio, de 1996, reviste "la misma actualidad en la década de los 90 que en 2018", tal como señaló la crítica especializada en Argentina.

Y a partir de esta pieza vertebral se hilvana el resto de sketches del montaje, que condensa 50 años de experimentación humorística en dos horas de espectáculo.

Reencuentro

En este sentido, la propuesta ¡Chist! no está sujeta a incertidumbres, sino que se dibuja como un reencuentro del público de Les Luthiers con piezas antiguas, bruñidas y redondeadas con el modelaje de la experiencia y la reválida de los aplausos.

Por tanto, si algo puede certificar Les Luthiers es que el público todavía rompe a reír con los chistes de siempre, incluso, con reverencias, porque el bagaje afila el paladar, en el mejor de los casos. A juicio de O'Connor, este potencial inagotable se debe, en esencia, a que "nuestro humor se basa en cosas tomadas del absurdo de la vida cotidiana y de sus personajes palpables y diarios. Y está hecho con un estilo y una forma que pasa el tiempo y siguen vigentes".

Medio siglo atrás, el desaparecido músico y arquitecto Gerardo Masana (Buenos Aires 1937-1973) sembró la primera semilla de Les Luthiers en 1967 en el contexto de los coros universitarios en Argentina. Los integrantes originales de la formación -Carlos López Puccio, Jorge Maronna y Marcos Mundstock- recuerdan que "todo empezó literalmente como una broma", pero que a partir de la mitad de la década de los 70 los catapultó en los circuitos de teatro internacionales.

Desde entonces, la formación de humor y música ha ido acumulando innumerables premios internacionales a lo largo de sus 50 años de trayectoria. A día de hoy, Les Luthiers firma un legado de 37 espectáculos propios, que han desplegado ante nueve millones y medio de espectadores en 15 países. La formación también atesora una destacada colección de álbumes de estudio y en vivo con sus grandes éxitos musicales.

Esta aplaudidísima doble vertiente cómica y melódica se sustenta, en el primer apartado, en la frescura de un juego lingüístico propio enhebrado con puntadas de comedia negra y parodia social; y en el segundo caso, en una propuesta multiinstrumental integrada en el discurso y creada a partir de instrumentos "informales" elaborados con materiales atípicos y cotidianos.

Con todo, el espectáculo ¡Chist! aterriza hoy en el Auditorio Alfredo Kraus, donde Les Luthiers realizarán cinco funciones -una cada día- hasta el próximo 13 de marzo. Después, la formación debutará en Fuerteventura, a la que se trasladan por primera vez en sus 50 años de historia -una situación análoga a la del trío catalán Tricicle, que también debuta este mes en la isla majorera- con dos únicas funciones en el Palacio de Formación y Congresos, los días 16 y 17 de marzo. Por último, el Teatro Guimerá de Tenerife cerrará la gira de ¡Chist! con cuatro representaciones los días 19, 20 y 21 de marzo. Las entradas para este primer tramo grancanario vuelan, pero todavía pueden adquirirse en la taquilla y el portal web de la Fundación Auditorio y Teatro, así como en el portal de entradas de LA PROVINCIA.