Alegato sobre la belleza interior

Iván Álamo dirige esta pieza que cuenta con un elenco de jóvenes actores de entre 24 y 31 años con Carol Cabrera (Nela), Ragüel Santa Ana (Celipín/ Golfín), Saulo Trujillo (Pablo Penáguilas) y Laura Perdomo (Florentina/Sofía).

El argumento gira alrededor de Nela, una joven poco agraciada que mantiene la esperanza en el amor gracias a Pablo, un chico ciego al que acompaña todo el día hasta que este recupera la vista y se desencanta de ella al verla. Al ser una obra de personajes, y al tener numerosas interpretaciones, los propios actores analizan sus respectivos papeles. Así, Saulo Trujillo, que encarna a Pablo Penáguilas, señala que "todo lo que Pablo sabe del mundo es a partir de Nela que le dice lo que es bonito y feo y es la mujer con la que quiere casarse algún día al ver tanta bondad". Pero Pablo acaba siendo un esclavo de la vista y viendo lo feo de su lazarillo. "Termina siendo un juez mental que la juzga a partir de las ideas superficiales", aclara el actor, ya que la obra es una crítica a una sociedad frívola que se queda tan solo con lo que hay en la carne y no en la magia de dentro. "Cuánta gente hay en puestos importantes sólo por la imagen", reflexiona el actor. "Y todas esas historias acaban mal porque la imagen es algo que nos atrapa y encierra en un concepto relativo, algo que nos hemos impuesto nosotros porque así lo ha decidido el mundo".

Trujillo reconoce que este es su primer papel importante al que ve como "un tesoro inmenso" ya que hacer de ciego "es enriquecedor porque meterte es un desafío". Laura Perdomo, por su parte, interpreta a Sofía y Florentina. En cuanto al primer personaje, Sofía, es la mujer de don Carlos, el dueño de la mina y a su vez hermano de Teodoro Golfín. "Son gente que vienen de la pobreza pero gracias al trabajo de Carlos se han hecho ricos. Ella se ha crecido un poco y no le gusta los pobres porque le recuerdan su pasado y los ve como unos desagradecidos que por más que les da más quieren". El segundo personaje, Florentina, es la prima de Pablo que viene a casarse con él. "En la sociedad de hoy sería la persona que va a todas las manifestaciones porque todo le parece injusto, quiere ayudar a los pobres, es muy ingenua y eso hace que le tenga mucha compasión a Nela, pero a la vez es la que se va a casar con el hombre de quien su prima está enamorada". La actriz reconoce que "me encantan los dos personajes, es complicado salir y treinta segundo después ser otra, pero me enriquecen muchísimo como actriz. Esto es un regalo y lo hemos trabajado todos con sacrificios", aclara.

Por otro lado, Carol Cabrera es la actriz que encarna a la propia Nela. "La historia gira alrededor de ella, pero es bastante coral. Nela tiene relación con todos, sufre el desprecio de la sociedad, pero la única persona que la quiere es quien justo no la ve y ella se aferra a ese amor por Pablo Penáguilas porque es lo único que tiene de verdad". También está su amigo Celipín, pobre como ella, aunque tiene ambiciones de irse a Madrid a buscarse la vida. "Como Pablo no la ve ella es feliz, pero sabe que al recobrar la visión no la va a querer porque es fea. Ella le dice a Pablo lo que es bonito o no, pero no le dice cómo es ella y al final el mundo se le vuelve al revés". Para la actriz "lo maravilloso del personaje de Pablo es que realmente ve a Nela porque ve su interior, que es lo que nos debería de enamorar de una persona en una sociedad en la que está muy pactado lo que es guapo y se mira mucho el físico". Y es que , aunque sea de finales del siglo XIX, había unos prototipos de belleza que si te salías de ahí ya no servías. "En ese momento el prototipo de mujer era alta, fuerte y pechugona y Nela es lo contrario. Pero Pablo la quiere porque no la ve físicamente, pero sí ha visto su interior".

"La pobrecita"

Esto no quita para que la actriz discrepe con su propio personaje. "A Marianela se la pone como una pobrecita. Se autocompadece porque le dicen que es fea, pero no cuando le dicen que no sirve para nada, y es una tipa que sabe buscarse la vida. Sin embargo, está más pendiente de lo que digan por su físico que de lo que puedan pensar de ella como persona. Es decirle, 'chica, tienes 16 años, pero no seas tampoco tan víctima", añade. Cabrera aclara que al ser una novela de tesis, Galdós añade gran cantidad de lecturas de la sociedad. "Refleja, por ejemplo, la hipocresía de la caridad mal entendida de que es caritativo aquel que da pero no se acerca al pobre para ver qué necesita. Pasaba mucho".

La actriz reconoce que le encanta la escena en la que Nela está con Pablo y es rella. "Se desnuda completamente y no le importa cómo no la ve, le explica su concepción de la naturaleza y el mundo con una lógica de una niña de cinco años". También destaca la narrativa de Galdós, "que te deja poco margen para la imaginación".

Finalmente, Ragüel de Santa Ana interpreta a Teodoro Golfín y a Celipín que es el amigo de Nela. Celipín es un niño pobre que trabaja en la mina cuyo único fin es prosperar en la vida. "Al contrario que Nela tiene muchas ambiciones y quiere llegar a Madrid para aprender a leer, estudiar y convertirse en médico, quiere prosperar en la vida, mientras que Nela se conforma con lo que tiene".

Así, hay un paralelismo en que Golfín es Celipín cuando era pequeño con lo que el actor tiene que interpretar a un niño de once años y luego a un médico de cuarenta y pico. "Hay que estar muy concentrado porque tienen formas muy diferentes de halbar, pero el niño piensa en que será Golfín". El médico es el hilo conductor de todo, devuelve la vista de Pablo e intenta sacar a Nela de ahí. Era alguien pobre que había aprendido y vuelto a su pueblo "pero al final se ve culpable de lo que le pasa a Nela", subraya.