Al director de Un monstruo viene a verme (2016) le han venido a ver los monstruos jurásicos, y ha sido para bien. Si nos fiamos de la crítica especializada, Jurassic World: El reino caído, dirigida por el español J.A. Bayona, es la mejor película de la saga desde que Steven Spielberg rodase Jurassic Park hace ya un cuarto de siglo. El reinado de los dinosaurios sobre la taquilla mundial parece lejos de caer.

Los críticos de los principales periódicos del país coinciden en que el director de El orfanato (2007) y Lo imposible (2012), dos de las películas españolas de mayor éxito de todos los tiempos, ha consiguido imprimir su sello personal a una franquicia que parecía próxima al agotamiento, y que fue relanzada hace tres años. Le ha añadido unas pizcas de terror gótico y le ha quitado algunos tópicos de la saga, consiguiendo emocionar y entretener a la vez, sin renunciar a la nostalgia que aportan los cameos de Jeff Goldblum.

"Es maravilloso. Oh, sí. Esto es al principio. Pero luego vienen las carreras y también los gritos". Así explicaba el doctor Ian Malcolm (Goldblum) en El mundo perdido lo que supone adentrarse en Parque Jurásico. Un lugar al que volvemos a viajar en esta quinta película de la saga iniciada en 1993 por Spielberg y basada en la novela de Michael Crichton, y la segunda desde que en 2015 se reflotó la marca bajo la dirección de Colin Trevorrow y con Chris Pratt y Bryce Dallas Howard como protagonistas.

El filme regresa a la Isla Nublar con el objetivo de salvar a los dinosaurios de un final catastrófico. Han pasado tres años desde los sucesos que acabaron con el parque de Jurassic World y los dinosaurios campan a sus anchas por la isla abandonada. Sin embargo, una inminente erupción volcánica amenaza la vida de estos reptiles, que están condenados a la desaparición si no se pone remedio. Claire Dearing (Dalllas Howard), antigua gerente del complejo turístico, ha fundado el Grupo de Protección de Dinosaurios para poder salvar a estas criaturas. Con la ayuda del exentrenador de velocirraptores Owen Grady (Pratt), pondrá rumbo a la isla para rescatar al mayor número de animales posibles.

Bayona ha asegurado que trabajar con Steven Spielberg, productor ejecutivo del filme, fue el principal motivo que le hizo enrolarse en el proyecto. "En cuanto vio el resultado me llamó para decirme lo contento que estaba con la película. Me dijo que le había transportado al primer Jurassic que había hecho él", declara el director, quien asegura que el ganador de un Óscar por La lista de Schindler (1993) le comentó que "con una de las escenas se había cagado de miedo".

Asimismo, Spielberg se deshace en elogios con el director español por haber sabido recuperar el espíritu de la primera película de la saga, continuar la espectacularidad de Jurassic World -una de las cinco películas de mayor recaudación de la historia- y haber aportado su toque personal, imprimiendo al filme la atmósfera gótica y claustrofóbica que caracterizaba a El orfanato, su debut apadrinado por otro gigante de la induatria cinematográfica, Guillermo del Toro. "Juan Antonio hizo un trabajo asombroso a través de su dominio del arte cinematográfico para que El reino caído estuviera más cercana a la película que dirigí y, a la vez, más cercana a la que Colin Trevorrow dirigió... sin dejar de ser suya al cien por ciento -destaca Spielberg-. Es un cineasta de verdad, con una voz realmente propia que le permitió apropiarse de esta entrega. Fue una gran suerte que aceptara participar con su estilo. Ha conseguido algo fuera de serie". Bayona insiste en que ha tenido mucha libertad durante el rodaje, lo que ha propiciado que pudiera llevar la historia a su terreno "gótico de terror". "Es llamativo que algunas de las escenas más excitantes de la película transcurren en un espacio muy claustrofóbico y eso es algo en lo que Jota (Bayona) es todo un experto. Es increíble", afirma Bryce Dallas Howard. "Esta es la oportunidad con la que Bayona va a demostrar al mundo el genial cineasta que es", declara Chris Pratt.

Una de las sorpresas de la cinta es el mencionado regreso de un veterano de la saga, Jeff Goldblum, quien retoma su papel como el doctor Ian Malcolm, tras participar en el filme original y en la posterior secuela de 1997.

La película también presenta nuevos dinosaurios, como ya ocurrió en la pasada entrega con el temible indominus rex ("rey indomable"), una criatura híbrida creada genéticamente que sembró la muerte y el terror en el anterior parque. En esta ocasión, el animal más peligroso será el indoraptor, una versión reducida del indominus que cuenta con una inteligencia desarrollada, lo que le convierte en un peligroso depredador en un lugar dominado por los dinosaurios.

Como decía el doctor Malcolm, "la vida no puede contenerse. La vida se extiende a través de nuevos territoritos y rompe las barreas peligrosamente. La vida, se abre camino". Ahora solo falta que estos dinosaurios con "marca España" se abran paso en la taquilla.