Denzel Washington vuelve a meterse en la piel de Robert McCall, el justiciero protagonista de The Equalizer cuatro años más tarde con las cosas más claras y más violento que nunca, en esta ocasión, para vengar la muerte de su mejor amiga, vilmente traicionada y asesinada.

Esta es la primera vez que el actor ganador de dos Óscar ( Tiempos de gloria y Training Day) acepta repetir un personaje, acompañado de nuevo por el director Antoine Fuqua ( Los siete magníficos) en una película inspirada en la serie de televisión del mismo título de los 80.

Los violentos correctivos y las grandes secuencias de acción siguen siendo las constantes en The Equalizer 2, pero con algunas novedades. Y es que en su segunda aventura, el solitario McCall está más expuesto tanto a su pasado, al que deberá hacer frente, como al mundo que le rodea. Robert ha cambiado, ha dejado atrás sus hábitos ermitaños y busca, dice el director, "estar más conectado con el resto del mundo".

Lo hace como conductor de un servicio de VTC. Allí, al frente del volante de su coche, habla con la gente, los observa, escucha sus problemas y, si está en su mano, los resuelve usando la violencia en caso de que sea necesario.