La cantante de moda en estos momentos en España, Marta Soto (Puerto umbría, Huelva, 1996), inicia una mini gira con tres compromisos por Canarias que la llevará a actuar mañana sábado en The Paper Club a las 21.00 horas. Su recorrido por el Archipiélago empieza, sin embargo, hoy en El Búho de La Laguna y cerrará este domingo en el teatro San Bartolomé de Lanzarote. La joven publicó en octubre del año pasado el disco Míranos, que se ha convertido en el superventas y el álbum revelación de los últimos meses. Además, su historia de éxito tuvo un inicio un tanto singular ya que su popularidad creció de manera rápida en el momento en que la artista subió a youtube una interpretación personal del tema A que no me dejas de Alejandro Sanz poco tiempo después de su estreno. La versión llegó a oídos del propio cantante madrileño, quien a su vez se puso en contacto con las personas que ya trabajaban con ella para proponerla ir al programa El Hormiguero para interpretarla. Estos conciertos serán su segunda visita a las Islas. La primera tuvo lugar cuando estuvo en Tenerife con motivo del Mundial de Baloncesto, ya que ella era la autora de Un sueño compartido, la canción oficial de la selección española femenina.
¿Cómo lleva ser la artista nacional que más vende ahora?
Lo llevo como un motivo más para seguir, como muy afortunada. Desde pequeñita siempre había estado atraída por la música. Mi padre me la inculcó desde la cuna. Empecé a componer desde chiquitita. Me gustaba mucho lo que hacía pero le tenía mucho respeto a la música, pero un día decidí dar un paso adelante. Empece a tocar la guitarra buscando los acordes por Internet. Buscaba canciones que adoraba del cancionero pop español de artistas grandes como Alejandro Sanz, Vanesa Martín, Pablo Alborán o Antonio Orozco. Fue mi manera de ir ensayando y aprendiendo. Un día decidí grabarme con una cámara para colgarlo en Internet. Volví a intentarlo por segunda vez mejorando lo anterior pero sólo para compartirlo con mis amigas. Yo le tenía mucho respeto a aquello y sabía que en Internet había un nivel altísimo. Pero lo que hice empezó a tener muchas reproducciones. Mis versiones se fueron compartiendo y compartiendo, y de repente comprobé que en Facebook se habían hecho incluso eventos de mis vídeos. No me lo esperaba. Y luego llegó la sorpresa de Alejandro Sanz.
¿Se siente cómoda cuando la asocian con esa música romántica con un toque personal como los artistas que la han inspirado?
Son todos un espejo en los que mirarse, no sólo en lo estrictamente musical, sino son mis referencias vitales. Además de muchos cantautores como Joaquín Sabina o Rosa López. Solo la cualidad de cantautor es algo que me identifica mucho porque, desde siempre, he intentado vivir escribiendo historias y transformarlas a mi manera. Por este motivo son una fuerte influencia para mí y fuente de inspiración en muchos sentidos. Y estoy luchando por ser un día como ellos o, si es posible, la mitad de ellos.
Su disco Míranos incluye unos arreglos electrónicos muy modernos y particulares. ¿De dónde provienen esas influencias?
A nivel de producción ha sido muy importante el trabajo que ha realizado Daniel Ruiz que es un productor de San Fernando y que me acompaña en todo este camino. Los dos hemos intentado encontrar un camino que combine lo electrónico con lo orgánico. Yo siempre he querido conseguir guitarras grabadas en directo, que el bajo fuese también tratado muy orgánicamente. Que hubiese instrumentos de verdad, pero que se fusionaran un poco con la música pasada por el estudio. Yo hago música de autor, pero tengo 22 años y la música que escucho tiene muchos tintes de los electrónico, por lo que mi objetivo ha sido encontrar un equilibrio entre ambas cosas para intentar crear un sonido nuevo. Todo ese trabajo del estudio de grabación ha sido consecuencia de la forma en la que hemos elaborado todas las canciones nuevas que he ido sacando y de la manera que las hemos ido enfocándolas. Pero la mayor parte del trabajo hay que atribuírselo a Dani y si las canciones suenan de esta manera es porque se trata de un productor que es muy innovador a la hora de trabajar, tiene ideas muy frescas, siempre está a la última con todo.
¿Y todo ese trabajo ha transformado las canciones tal y como usted se las imaginaba?
En el disco hay canciones que, a la hora de componerlas, no me las imaginaba que acabarían como él me las ha enseñado. Tuvimos un proceso de investigación bastante largo y dimos con algo que nos identificaba bastante y que a día de hoy nos sigue gustando. Es un sonido más fresco, moderno y sutil. Ahora, tras haber pasado unos meses, seguimos muy contentos con el resultado de este trabajo.
¿Y cómo se traslada al directo esos detalles de producción?
Mi carrera la entiendo por fases. Ahora estoy en el formato acústico, pero ya me encuentro en el momento de formar un híbrido entre lo acústico y lo electrónico que, más que con la sonoridad, tiene que ver con los patrones rítmicos. Cuando utilizas la batería con el sonido de canciones pop a las que estamos acostumbrado, sucede, por regla general, que la canción se te vaya a un sitio o la compares con cosas que ya están creadas. Sin embargo, nosotros intentamos, por encima de todo, que los arreglos tuvieran algo más novedoso y más americano. Por eso, a la hora de llevarlo al directo, con tan solo regirnos a lo que está ya creado, la diferencia va a ser una cuestión más de arreglos que de sonoridad, que el sonido del bombo o de la caja suenen más metálicos. Y aún así estamos barajando la opción de samplear el bombo y la caja para encontrar el equilibrio en el directo de ambas cosas. No tocar los teclados, pero sí soltar los efectos de sonido que hay en el disco y que caracterizan a estas canciones.
¿En qué formato actúa?
Me gusta que las primeras veces que viajamos a un lugar, como es Canarias, tengamos un acercamiento muy honesto, sin necesidad del playback, sino creando nosotros mismos todo el resultado. Se trata de ser un poco más libres y al final tener una conversación con el público, literal. Si estamos en una sala en la que casi nos podamos tocar la mano con los espectadores, pues nos damos la mano. Me gusta mucho improvisar, sentir la energía del público, y siempre hay un concierto distinto gracias a ellos. Vamos a ir en formato acústico, con piano, dos guitarras y dos voces, y ahí veremos cómo va surgiendo todo en adelante. El primer acercamiento me gusta que sea bastante íntimo por todo eso.
Actúan, en lo que respecta a Gran Canaria, en The Paper Club, un local por el que han pasado bandas de rock tan potentes como las Lizzies o Toundra.
Me parece fenomenal. No conozco aún la sala, pero me alegra lo que me estás diciendo. Llegar con una propuesta contraria a lo que suele ser habitual es superguay. Al final la música no hay que etiquetarla, simplemente sentirla. Yo lo mismo escucho a Lola Flores que a Bad Bunny. Yo creo que es buscar la transmisión y que la música no tiene ningún filtro. Si te llega te llega, y si no no. Pero me parece muy guay estar en una sala donde suelen meter más caña.
¿Cree que esa mezcla de estilos que exhibe Rosalía que incluye géneros como flamenco, hip hop y electrónica está influyendo a los nuevos artistas?
Ha tenido que ver a nivel de producción musical en España porque ha innovado muchísimo y porque lo que suena nuevo es lo que uno quiere conocer. Pero creo que hay un movimiento electrónico a nivel mundial que está por encima de cualquier tipo de etiqueta. Se está haciendo música sin pensar si realmente se pertenece a un género o estilo determinado. Se está haciendo música como sale de forma espontánea, y hay muchos productores jóvenes que apuestan por esa opción. Tiene que ver con la juventud, con lo que se escucha ahora. Pero en el fondo es un proceso cíclico, como la moda, que todo vuelve y todo pasa.
Sin embargo, su sonido tiene un componente de raíz muy importante.
Yo me siento muy andaluza y la raíz de Andalucía es algo que irremediablemente acaba saliendo. Luego le vas dando forma como puedes. Pero lo de Rosalía ha sido, desde luego, un punto de inflexión para el pop en español.
¿De qué tratan sus canciones?
Historias que he ido viviendo. Me ha inspirado mi entorno. Algunas han salido de poemas que ya tenía escrito. Y de vivencias que ya tenía redactadas. Y otras tantas de un día para otro. Ha sido una terapia, una forma de ver cómo he ido estando emocionalmente todos estos años, facetas de mi vida y reunirlas en un disco ha sido muy especial porque me ha ayudado a saber, hacer un balance y tener consciencia. Llevo desde los 17 años haciendo canciones. Ahora tengo 22 y eso me ha ayudado mucho para motivarme. El público las ha hecho suyas, y canciones a las que les he dado un tinte romántico hay personas que las han hecho suyas y que les recuerda a su familia. Yo creo que eso es muy bonito.
¿Destacaría algún tema en particular a título personal?
Resulta muy complicado. Pero puedo decir que me siento muy identificada con Quiero verte pero también me gusta mucho Míranos por su mensaje. Pero hay un campo temporal muy amplio entre todas ellas. La canción más antigua es Entre otros cien que la compuse hace 3 años quizás. En cambio la más reciente es Miénteme a la cara. En aquel entonces yo no pensaba en discos, iba haciendo canciones en base a mis vivencias y al final ha sido una selección de todos los temas que he ido haciendo en estos años.
¿Qué supuso que Alejandro Sanz la recomendara?
Fue muy generoso y es trascendental que un artista tan importante y un escaparate tan amplio dedique su tiempo a los artistas jóvenes que están empezando. Me sigue abriendo puertas y todo lo que se vaya poniendo en el camino.
La grancanaria Cristina Ramos está triunfando en las ediciones de Go Talent de América. ¿Qué lñe parece el programa?
Es bueno que existan programas que den su apoyo a gente con talento como ella. Yo me presenté en su día a La Voz, no me cogieron y no por eso maldecí el programa. Al revés. Toda persona que se quiera subir al escenario tiene mis respetos por encima de todo.
¿Tiene alguna sorpresa preparada para este 2019?
Estoy con el piano componiendo nuevos temas y pensando en nuevas composiciones. Pero mi objetivo inmediato es seguir investigando y recorrer todas estas nuevas ciudades a las que viajo.
