El Ballet del Gran Teatro de Ginebra explora las posibilidades del universo wagneriano con el montaje Tristán e Isolda, que se representa en el Teatro Cuyás hoy y mañana, a las 20.30 horas, tras su pase el pasado fin de semana en el Auditorio de Tenerife.

Se trata de un montaje dirigido por Philippe Cohen con coreografías de Joëlle Bouvier, fundadora de la compañía L' Esqisse.

La bailarina Sara Shigenari será quien interprete a Isolda en estas funciones ya que Madeline Wong, que encarnaba a la princesa en un primer momento, sufrió una lesión hace poco, y Geoffrey Van Dyck dará vida al joven Tristán.

Armando González se transforma por su parte en el Rey Mark y Lysandra Van Heesewijk será el personaje de Testigo. Completan el cuerpo de baile Yumi Aizawa, Céline Allain, Louise Bille, Ornella Capece, Diana Duarte, Léa Mercurol, Tiffany Pacheco, Mohana Rapin, Valentino Bertolini, Natan Bouzy, Zachary Clark, Xavier Juyon, Nathanäel Marie, Juan Pérez, Simone Repele, Sasha Riva y Nahuel Vega. La media de edad de estos bailarines es de 25 años.

El director de la compañía, Philippe Cohen, reconoce que "quería que una mujer de hoy diera su versión de Tristán e Isolda" y por eso "le pedí el encargo en 2012 a Bouvier ya que quería que fuese una persona fuerte, de carácter", quien adaptara la ópera del genio del Romanticismo, tras el éxito de su adaptación anterior de Romeo y Julieta.Romeo y Julieta "Ella estuvo durante tres años preparando sólo la dramaturgia, música, etc. Y vio películas de los años 40, 50 y 60, pero se inspiró en los trabajos escenográfico del nieto del compositor alemán, Wieland Wagner".

La obra se expresa a través de una escritura onírica y metafórica, de la que emergen los temas principales de la obra: el amor, el amor trastornado, la traición, el resentimiento y el perdón. Por eso, como explica Bouvier, "en la obra unas simples planchas de madera recuerdan al bosque y las grandes telas azules, tornasoladas y en movimiento, son evocadoras de las olas en el mar". El montaje, de 90 minutos de duración, se distribuye en cuatro partes, con un preludio que narra el origen del amor, un primer acto donde un filtro de muerte es un brebaje de amor que les entrega a la pasión, un segundo acto sobre la traición y la venganza del rey Mark, y un acto final que une a los dos amantes.