Hace muchos años, allá por los 90, recuerdo devorar con avidez aquellos monográficos que nos regalaban revistas como Fangoria, con crónicas del rodaje e interesantes declaraciones con todo tipo de implicados (lamentablemente la mayoría de estos monográficos eran simplemente transcripciones). Parte de esta filosofía es la que me sirvió de inspiración para mis libros, donde la crónica del rodaje es una sección estrella. Pero ya que Cementerio de Animales ( Pet Sematary, Kevin Kölsch, Dennis Widmyer, 2019) es un intento de traer de regreso aquellas películas sobre el universo de Stephen King que reinaron en los 80 y parte de los 90, me ha parecido que, puestos a traer cosas de regreso, no era mala idea resucitar aquella forma de hacer las cosas, muy superior al simple panfleto que se hace actualmente. Como diría el propio King: "Si quieres hacer algo bien, hazlo tú mismo".

Cementerio de Animales es una película de terror que ha regresado exactamente de la misma forma en la que lo hacen los no-muertos de la saga: ya no es lo mismo, es algo peor. Esto no significa que deba ser desdeñada o subestimada: al menos se debe valorar que los implicados hayan intentado facturar una película digna. En este campo tengo que admitir con asombro que algunas decisiones argumentales por las que Cementerio viviente 2 ( Pet Sematary 2, Mary Lambert, 1992) fue triturada por la crítica en su momento, ahora hacen las delicias de la misma. Parece que las franquicias no son las únicas que parecen sufrir los efectos de haber sido enterradas en el lugar equivocado.

Electricidad ecléctica

Si hay un gran autor literario, que además también es un icono dentro del cine de terror, cuyo nombre está inexorablemente vinculado al de Christopher Young es el de Clive Barker. Sus magníficos trabajos en las dos primeras entregas de la saga Hellraiser le encumbraron, con aquellas películas el compositor demostró ser una auténtica caja de sorpresas, pero Young también había trabajado en La mitad oscura ( The Dark Half, George A. Romero, 1993), destacable adaptación de la novela de Stephen King a manos del tristemente desaparecido George A. Romero (quien cerca estuvo de ser el director de Cementerio Viviente). El compositor aún recuerda esta película. "Cuando me dieron ese trabajo me morí de miedo", apunta antes de añadir que "deseaba enormemente contentarle. Y creo que esta fue una de sus primeras, o su primera, película de gran estudio, y él nunca fue un gran fan de Hollywood".

Young recuerda que "le gustaba trabajar por sí mismo en la Costa Este, y no ser molestado por Hollywood. Pero yo era un tipo de Hollywood que él escogió, y creo que fue la primera banda sonora orquestal enteramente original que tuvo nunca en una película". "Esto", agrega el compositor, "fue en la época en la que no teníamos sintetizadores, o yo no tenía sintetizador, así que no es que yo pudiese mandarle cosas para escuchar, él tenía que venir a mi casa, a mi apartamento, y yo aporreaba el piano y él tenía que descifrar lo que yo estaba haciendo. Finalmente eso se grabó en Munich, Alemania, y él iba a volar allí conmigo pero algo fue terriblemente mal con uno de sus oídos, creo que fue su oído derecho, se quedó sordo o parcialmente sordo del oído derecho y no pudo coger el vuelo. Así que ahí estoy yo en Alemania, grabando una banda sonora que él no había escuchado en una versión terminada, y que no iba a escuchar porque no estaba allí para hacer cambios. Así que regresé con la banda sonora preocupado de que no fuese a gustarle, pero aparentemente le gustó. La usó y no recuerdo que se quejase de nada sobre ella".

No sería hasta la preproducción de Cementerio de Animales que volvería a abordar una adaptación de una novela de King. Christopher Young nos cuenta cómo sucedió. "La razón", narra, "por la que conseguí este trabajo fue que Dennis y Kevin, los dos directores, que son un equipo de dirección, querían trabajar conmigo. Estaban familiarizados con las bandas sonoras que había hecho para otros filmes de terror y supongo que siempre les había gustado la música de esas películas y habían soñado con la oportunidad de trabajar conmigo algún día".

Young cuenta que "esta fue su primera película con un gran estudio, siendo un filme de Paramount, y creo que cuando sugirieron mi nombre Randy Spendlove, que era el jefe del departamento de música de Paramount, estuvo de acuerdo, le pareció que podía ser una idea muy muy buena, y él conocía mi trabajo, él y yo habíamos trabajado juntos en Miramax, cuando él era jefe del departamento de música allí, habíamos hecho unas cinco películas juntos, así que nos conocíamos bastante bien. Así que creo que hubo una enorme aprobación de la idea de ellos".

"Ahora, ¿por qué me dio su aprobación?", se pregunta en voz alta Young. "Podrían", contesta, "haber contratado a alguien que fuese más joven, y a alguien que fuese fresco y nuevo en cuanto a las películas de terror. Resultó que este era un filme muy importante para Paramount, fue una de las primeras películas autoproducidas por el nuevo régimen que está dirigiendo el estudio ahora, así que creo que consideraron inteligente tener a alguien con algo de experiencia, para que yo pudiera, o para que esa persona pudiera, intentar dar con una forma de incorporar todas estas opiniones diferentes para dar con una banda sonora con la que todo el mundo estuviese contento".

Ocho opiniones

Sobre esto, cabe destacar que el compositor no tenía que preocuparse solamente de contentar a la pareja de directores, lo que incrementó la complejidad de su trabajo. "Había", detalla, "hasta ocho opiniones diferentes en las que yo tenía que pensar. Y fue un desafío, pero me encantó ese desafío. Estoy en muchos sentidos muy contento con el hecho de que la banda sonora que entregué parece haber satisfecho a ocho personas con gustos diferentes, lo cual no es lo más fácil de hacer, incluyendo al jefe de Paramount. Así que así fue como me involucré. El tipo que querían los directores porque conocían mi trabajo de las películas que veían cuando eran más jóvenes, y el jefe del departamento de música creyendo que era una buena idea porque sabía que solo una persona con experiencia sería capaz de modificar la música para que les gustase a tantos opiniones diferentes. Fue todo un desafío".

Cementerio de Animales es una película que aporta un estilo radicalmente distinto sobre la primera película del 89: esta última preponderaba el drama respecto a los sobrenatural y el remake toma el camino diametralmente opuesto. ¿Afectó esto al enfoque y al estilo de Young? Al parecer sí. "La banda sonora", señala, "cambió significativamente respecto a cómo fue concebida. Originalmente, con los dos directores, Dennis y Kevin, pensamos que la banda sonora iba a ser probablemente más orquestal que electrónica, hasta que empezamos a movernos en esa dirección, y entonces la gente del estudio, los ejecutivos y demás, se involucraron y sugirieron, o más bien solicitaron, que fuese más hacia lo electrónico, así que tuve que parar y repensar cosas, y ahí es donde creo que mi experiencia ayudó, porque fui capaz de reinventar la banda sonora completamente basado en este nuevo aporte, y en su mayor parte se convirtió en una banda sonora de sintetizadores".

El cambio no alteró a Young. "¿Me molestó que me hubiesen pedido que cambiase la banda sonora? No, creo que tenían toda la razón", explica. "Había estado deseando hacer una banda sonora de terror con sintetizadores pero simplemente yo no era al tipo que llamaban porque generalmente la percepción era 'ya sabes, Chris Young, hace esas cosas orquestales, no lo llaméis para bandas sonoras con sintetizadores'. Y en realidad desde una película llamada Sinister he estado haciendo bandas sonoras con sintetizadores para películas de miedo. Y es emocionante porque me permite repensar cosas y me permite ver los filmes de terror de una forma en la que no lo había hecho antes. El cambio fue una cosa buena, me alegro de que sucediese, fue lo mejor para la película. Y, sí, no pude escribir exactamente lo que quería escribir para esto, tuve que escribir lo que creí que era lo correcto para hacerlo mejor para la película, basándome en las opiniones de unas ocho personas diferentes".

La pregunta final que se pueden hacer los fans es, ¿escuchó Christopher Young la banda sonora del título fundacional? La respuesta sorprenderá. "Absolutamente no.", suelta tajante. "Había leído varios libros de Stephen King, desde luego, y ya había trabajado en La mitad oscura. En esa sí leí el libro. Sin embargo en esta película leí el guion primero, antes de entrevistarme con los directores. Y pensé antes de la entrevista tal vez querría ver la película original. Bien, empecé a ver la película original y dije no sé, esto es diferente al aspecto que había imaginado que tendría el nuevo filme basándome en el guion que acabo de leer, así que dejé de ver la película, nunca me metí en la película, nunca escuché la banda sonora de la película original a pesar de que soy un gran fan de Elliot Goldenthal, así que realmente entré en esto sin tener ningún conocimiento previo de la historia tanto del libro como de la película de Cementerio de Animales cuando ambos se lanzaron hace muchos años".

A veces es mejor estar muerto

Pese a su corta trayectoria como guionista, Jeff Buhler ya posee un respetable currículum. Curiosamente comparte con Christopher Young un vínculo con Clive Barker, ya que su guion más conocido es el que dio lugar a El vagón de la muerte ( The Midnight Meat Train, Ryûhei Kitamura, 2008), sobresaliente adaptación del relato El tren nocturno de la carne. Algo que puede llamar la atención del lector es que el proceso de guion para Cementerio de Animales llevaba desenvolviéndose desde hacía bastante tiempo.

"Mi primer contacto", revela Buhler, "fue con Lorenzo di Bonaventura, el productor, y él llevaba desarrollando el guion unos cuantos años, incluyendo el trabajo que hizo previamente con Matt Greenberg, y en ese momento el guion llegó a mí. Creo que ya tenían a un director en mente en esas fechas, no los tipos que acabaron por dirigir el filme. Esto fue hace mucho tiempo. Me reuní con Lorenzo y hablé con aquel director, y todos teníamos visiones muy similares sobre la dirección en la que debía ir el guion, y aquí empezó el viaje, que duró casi cinco años y diría que cerca de cincuenta borradores oficiales que llegaron al estudio, no incluyendo las notas y las varias alteraciones que se hacen entre un borrador y otro, así que fue el punto de partida para un viaje bastante largo".

Al saber que el primero en trabajar en el guion había sido Matt Greenberg no pude evitar preguntarle qué parte era del propio Buhler y cuál de Matt o qué cambios hizo sobre aquel trabajo. Principalmente me interesaba saber cómo surgió la idea de que el infante que volvía convertido en no-muerto no fuese el mismo respecto a Cementerio Viviente. "Lo que más me llamó la atención del trabajo de Matt", responde Buhler, "fue la idea de intercambiar los roles de Ellie y Gage, pero ese gran intercambio fue explorado por primera vez en el borrador de Matt Greenberg, y luego la forma en la que los acontecimientos del tercer acto se desarrollan es completamente diferente en su guion que en la versión que yo escribí, así que la esencia de explorar de ese intercambio y lo que podía aportar fue lo que Matt nos ofreció, y luego hicimos mucho desarrollo tras eso".

"He de decir", continúa Buhler, "que Matt fue muy valiente al intentar eso por primera vez, y es algo sobre lo que yo, como fan, inicialmente pensé 'oh, no, no pueden hacer que eso le ocurra a Gage', pero tras consultarlo con la almohada un día y pensar en ello al siguiente, en las 24 o 48 horas inmediatas se encendió la bombilla en mi cabeza y me dije 'eso es una genialidad. Es perfecto".

Uno de los factores más polémicos del remake es el aspecto de los no-muertos, que en títulos previos eran indiferenciables de los vivos salvo por la gravedad de las heridas que los matasen en vida. En esta ocasión poseen un aspecto mucho más cercano a la criatura de ultratumba, lo que hace que sean más fácilmente identificables como amenaza (en mi opinión esto es un error). No pude evitar preguntarle a Jeff si esto estaba en el guion. "No profundicé mucho en el diseño de los no-muertos", admite antes de agregar que "creo que hablamos mucho de los elementos naturales del bosque, gente con tierra y hojas y ese look desaliñado, pero los efectos de maquillaje en sí mismos, el tinte azulado, eso fue algo que fue una decisión de diseño de los directores. La voz que se escucha provenir de Ellie es algo que Jeté Laurence creó ella misma, pasó un montón de tiempo trabajando en los dos lados diferentes de Ellie, la Ellie viva y la Ellie no-muerta, y pensé cuando los directores me dijeron que ella tenía esa voz y que funcionaba me pareció uno de esos momentos mágicos que descubres a lo largo del proceso".

Franquicia

Ahora estamos en un momento en el que las películas parecen ser realizadas con vistas a una franquicia, y el final de Cementerio de Animales parece apuntar en esa dirección. Como colofón, lo que piensa el guionista. "Obviamente", reconoce, "el final en esta primera versión te deja con un montón de preguntas. Creo que es muy oscuro, es estremecedor, es controvertido, tienes a un niño pequeño abandonado al peligro y a su familia zombie rodeando un coche, quiero decir, eso hace surgir un montón de preguntas emocionales, lo cual creo que es delicioso y divertido, pero ha habido muchísimas charlas sobre qué otras historias podríamos contar en el mundo de Cementerio de Animales, si continuarían donde los Creed abandonan este filme o continuarían en un punto diferente en el tiempo, y te puedo adelantar que esas conversaciones están teniendo lugar ahora, y probablemente van a seguir durante una temporada".