El estreno hoy -en Gran Canaria, en el Monopol- de la película Sordo, una de las más interesantes de la producción nacional del presente año, tiene detrás el talento de un grancanario.

Efectivamente, el dibujante Rayco Pulido, Premio Nacional del Cómic en 2017, es el autor de las ilustraciones de esta novela gráfica en la que se basa dicho filme dirigido por Alfonso Cortés-Cavanillas y protagonizado por Asier Etxeandía, Aitor Luna, Hugo Silva, Imanol Arias, Marian Álvarez y Olimpia Melinte y cuyo guión firmó David Muñoz.

Muchos seguidores de la carrera de Pulido han esperado con interés, pero también con cautela, el estreno de esta obra, puesto que el estilo del dibujante de Telde no es precisamente convencional y asequible. Todo lo contrario, el autor de Nela siempre ha intentado introducirse en terrenos inexplorados, algo que ha estado presente sobre todo en sus primeros trabajos entre los que se incluye Sordo, una obra sobre un maqui que ha perdido el sentido del oído en una acción de sabotaje es perseguido y que es asediado por el ejército. Un cómic ausente de diálogos excepto en las primeras viñetas.

"No conocía el trabajo de Alfonso", señala el dibujante grancanario. "La factura de la película tiene muy buena pinta en cuanto a fotografía, efectos y escenas de acción, pero habrá que ver la película para ver qué tal narra y si el guión es sólido. En cuanto a los actores, me gusta especialmente Marián y Asier, también un veterano como Imanol Arias", añade.

Aunque aún no haya visto el resultado, Pulido aclara que sólo ha visto "el trailer y hay un montón de personajes nuevos. Creo que de nuestra historia utilizaron el punto de partida, realmente tengo mucha curiosidad por verla". En este punto, no resulta complicado averiguar que ninguno de los dos autores han estado involucrado en este proyecto. "Tanto David Muñoz como yo nos mantuvimos al margen, ya que con la venta de los derechos se acabó nuestra relación con la película", afirma. "David lleva muchos años escribiendo para cine y televisión y al contrario que en el cómic, en esos medios manda el productor y puede salirte una úlcera si pretendes tener algún control. Con su experiencia entiende que es más fácil trabajar con material ajeno que con uno de tus niños", añade.

El autor de Lamia aclara que "toda mi obra tiene un punto experimental, incluso en Nela, la única adaptación que he hecho, intenté hacer cosas que no había visto antes en ningún material adaptado". Sobre la repercusión que la película puede tener de forma favorable en el cómic, el dibujante afirma que "teniendo en cuenta que Sordo es un libro de 2008 y descatalogado porque la editorial original ya no existe, cualquier cosa que pasase con él sería para bien ya que era un libro muerto". En este sentido, el dibujante afirma que "gracias a la película, Astiberri lo ha reeditado con un papel mejor, tapa dura y hemos incluido dos páginas para dejar claro un punto de la historia que a David le atormentaba desde 2008. Aunque la película fuera un desastre, que seguro que no lo es, le ha dado una segunda vida al libro".

El autor define Sordo como "un trabajo de aprendizaje" ya que "aún no me veía capaz de escribir mis propias historias, tampoco tenía un estilo definido ni voz propia, sólo algo de personalidad y un millón de lecturas acumuladas, así que necesitaba partir desde el trabajo de otra persona. Aún me sorprende que David me escogiera para contar esta historia ya que él ya había escrito El espinazo del diablo de Guillermo del Toro y tenía mucho prestigio; yo sin embargo acababa de empezar, pero trabajamos bien juntos, ojalá podamos volver a repetir algún día".

En este punto añade que "haciendo Sordo crecí muchísimo como autor, en España ya no hay revistas y los autores pasamos del fanzine a hacer una novela gráfica de 200 páginas". Por eso, "releyendo Sordo a veces me sorprendo de algunos recursos que surgieron de manera intuitiva". Para 2020 Rayco Pulido espera ver publicada la biografía de un canario ilustre. "Lo hago en la que invierto el tiempo que me deja mi trabajo y mis obligaciones familiares. Lo bueno de los encargos es que se pagan dignamente, lo malo es que dejan sin tiempo para desarrollar obra personal y hecho de menos la mezcla de pánico, alegría y frustración del proceso de escritura".