Por Veneguera ha pasado muchísima gente, y creo que hemos sido plataforma de lanzamiento de numerosos artistas; hay gente que le debe a Veneguera haber tocado por primera vez ante un gran público", relata Antonio Bueno, impulsor del Encuentro Veneguera. Un ejemplo ilustrativo de esto es, entre otros, el caso de Arístides Moreno, protagonista de una de las incontables anécdotas que se han sucedido año tras año en esta localidad moganera. "Arístides recordaba que fue en Veneguera donde vio por primera vez bailando Horcon Boys a 5.000 personas con la coreografía que tenía entonces con el racimo de plátanos".

La de mañana será la quinta vez que Arístides Moreno se suba al escenario del Encuentro Veneguera tras su paso por las ediciones de 1997, 1998, 2006 y 2010. Y al igual que el autor de Samba de otro mundo, han sido muchos los artistas canarios que tuvieron aquí su rampa de lanzamiento.

La música y la reivindicación de Veneguera como espacio natural, preservado de la tiranía del ladrillo y la explotación turística, han ido de la mano en estas tres décadas.

En lo musical, el Encuentro Veneguera se plantaba en el calendario en 1989 con voluntad de dar cancha a la música popular de las Islas. Allí estaban para encarrillar esta historia Taller Canario, Okavango y Marisa, en la plaza del pueblo. Fue al año siguiente cuando el Encuentro ya concitaba atencion del gentío de la Isla y los conciertos, con Mestisay y Taburiente como invitados, comenzaron a celebrarse en el campo de fútbol. Taburiente regresó en otras tres ocasiones, en 1998, 2000 y 2008, y mañana, al igual que Arístides Moreno, tendrá su quinta vez. De Taller Canario será cuarta, esta vez con Andrés Molina y Rogelio Botanz, y con Pedro Guerra ausente, tras las ediciones celebradas en 1989, 1991 y 1992.

El cartel de 1991, serían Manolo Almeida y Nueva Semilla, Taller Canario y la formación cubana Cuarteto Patria. En 1992, la formación francesa Gwendal tendría protagonismo junto a Taller Canario. El asombro de los músicos de Gwendal fue mayúsculo cuando recorrían la revirada carretera que llegaba a Veneguera. En 1993, Mestisay y Oskorri; y en 1994, Tarantela, Song of Soweto desde Sudáfrica y Pata Negra. La banda que lideraba Rafael Amador cumplió con lo suyo no sin antes poner a todo el mundo en alerta porque su afición narcótica hacía presagiar lo peor.

El de 1995 fue antológico por los fenómenos adversos. Pedro Guerra y Ketama en cartel. El tinerfeño cubrió su tiempo hasta que la tormenta que cayó, con aparato eléctrico incluído, hizo inviable el concierto de los hermanos Carmona. Y el público ni se quejó ante el diluvio.

Trío Timple, Tarantela y Celtas Cortos (1996); Tierra, Gema 4, Arístides Moreno y la Orquesta Mondragón (1997); o Brandania, José Antonio Ramos con Taburiente, y Niña Pastori (2000), acompañaron al Encuentro estos años, y en el tránsito entre siglos.

La nómina, con intermitencias, es extensa: Miguel Afonso, Vocal Sampling, Raimundo Amador -todo un caballero y agradecido por las atenciones de la organización-, Roots Rasta, Oramas, Javier Vargas, Kelvis, Tinguaro, Afrobrass y los cubanos de Orishas, Pedro Manuel Afonso, Las Hijas del Sol, Hevia, Vacas Negras, Non Trubada, Macaco, Kilema, La Cabra Mecánica, Germán López, Troveros de Asieta, Yeray Rodríguez, Domingo Rodríguez El colorao, Rasta Glover, Sarabia, Species, Ojalá Muchá, Efecto Pasillo, El Chojín o Muchachito Bombo Infierno, entre otros han puesto la música y traído la fiesta a este enclave del municipio de Mogán.