Está demostrado que la música de cine es una de las mejores herramientas para atraer a nuevos públicos a las salas sinfónicas. La amplia experiencia de la Film Symphony Orchestra (FSO) así lo demuestra. Es la única orquesta española especializada en bandas sonoras. Llenan salas en todas sus giras y es una tendencia que parece no tener fin. El año pasado pasaron con éxito por Canarias con un homenaje al incombustible John Williams. Este 2020 repiten y han ya agotado todas las entradas tanto para sus conciertos en Gran Canaria como en Tenerife. Estarán en el Auditorio Alfredo Kraus esta noche (20.30 horas).

La FSO es una orquesta diferente, con un vestuario especial y una forma personal de relacionarse con su público. Al frente tiene a Constantino Martínez-Orts, un auténtico enamorado del género y de su poder evocador. "Todos llevamos dentro una banda sonora vital", aseguró.

No hay cine sin música y no es la primera vez que el maestro Martínez-Orst compara a una banda sonora con un actor más de cualquier trama de la gran pantalla. La FSO aterriza en Canarias en una coyuntura inmejorable, en medio de una gira nacional que cuelga el cartel de no hay entradas allí por donde va. "Estamos en un momento inmejorable", reconoció. Llenar recintos allá por donde pasan les "llena de alegría". No podía ser de otra manera. La formación sinfónica repite en las Islas apenas un año después de arrasar en 2019, pero ahora con un programa distinto, renovado.

La inspiración de Williams

Si en el año pasado se sumaron con su concierto a los festejos por el 50 aniversario de la primera nominación de Williams a los Óscar, en 2020 se han metido de lleno en un viaje "singular" a través de la historia del cine y de sus bandas sonoras. "No van a faltar esos títulos que a todos nos gusta escuchar en concierto como Piratas del Caribe, Regreso al Futuro o El bueno, el feo y el malo. No obstante, nuestra actuación también es un marco adecuado para descubrir nuevas joyas, títulos u obras maestras que son muy poco interpretadas en concierto", adelantó el músico sobre los dos recitales en la Isla.

Uno de esos tesoros por descubrir es, por ejemplo, la pieza con la que se abrirá la audición. Se llama Kings of Row y fue creada por Erich Wolfgang Korngold. "El propio Williams se inspiró en esta banda sonora para escribir los títulos de Star Wars", explicó Martínez-Orts. De hecho, uno de los aspectos que hacen única la experiencia de escuchar a la FSO es ese papel didáctico que asume su director, que explica cada una de las piezas y anima al público a que interactúe con la orquesta.

Otra de las joyitas por descubrir en los conciertos de este fin de semana es El discurso del rey, una suite "preciosa" para piano y orquesta creada por Alexander Desplat. También cobrará vida la banda sonora de la película Willow, compuesta por James Horner y que hasta ahora ha sido muy poco interpretada. "De hecho, es un estreno en España", precisó Martínez-Orts. Le seguirán otras piezas igualmente especiales. "La banda sonora de El Secreto de la pirámide, la banda sonora de Amélie, Cómo entrenar a tu dragón o Interstellar, una apabullante suite que Hans Zimmer plantea al órgano. En fin, es un recorrido por el cine y por su historia intentando ser lo más justos posible con el mayor número de compositores, géneros y décadas", insistió.

Para su aparición en Canarias, la FSO viene cargada de historias de cine pero también de mucho material. Hasta 500 bultos y un vestuario especialmente diseñado para la ocasión han viajado desde la Península. En total, interpretarán durante cada uno de los dos conciertos programados 16 bandas sonoras originales de 14 grandes compositores. Más de 200.000 personas han disfrutado hasta ahora de las actuaciones que han ofrecido ya a lo largo de 17 ciudades.

Fuera de lo habitual

Asimismo, más de 70 músicos se pondrán a las órdenes de la batuta de Martínez-Orts y desgranarán una propuesta musical que nació ya con la intención de diferenciarse de todo lo que se ha visto hasta ahora sobre los escenarios de la música sinfónica de nuestro país. "Siempre hemos querido salirnos un poco de los habitual", aclaró el director. "Nos alejamos de ese rigor de las orquestas sinfónicas quizás anacrónico, de los corsés que acompañan al frac y de toda esa puesta en escena que a nuestro juicio está un tanto obsoleta y poco actualizada", aseguró.

Por eso los conciertos de la FSO son también una oportunidad para aprender sobre la historia del cine y sobre los nombres que han creado músicas inolvidables que devuelven a épocas pasadas con la misma facilidad que consiguen que el espectador viaje hacia el futuro.