Jane Austin, las hermanas Brönte, Mary Ann Evans, Aurore Lucile, May Alcott, Pamela Travers, Joan Cooper o Nora Roberts. Todas ellas fueron mujeres escritoras que tuvieron que firmar como hombres para evitar prejuicios sexistas y conseguir ser publicadas y leídas.

De esto trata La mujer silenciada, un texto del dramaturgo Manuel Molins que plantea de forma ficticia que fue la hermana de Shakespeare la autora real del las obras del genial inglés y que se representa hoy y mañana, a las 20.30 horas, en la Sala Insular de Teatro.

Dirigido por Víctor Formoso e interpretado por Mari Carmen Sánchez, el montaje duran una hora, y se desarrolla en tiempo real en una solitaria taberna londinense en la primavera de 1616, justo el día de la muerte del dramaturgo más importante de todos los tiempos. Durante la velada, asistimos a un soliloquio de una mujer silenciada por décadas, borracha de lenguaje, que lidia con los fantasmas de los personajes más famosos de la obra de Shakespeare. Ella sola, entre trago y trago de amarga cerveza y envuelta por los vahos que exhala el sucio suelo de una cantina barata, hace una confesión que, de ser cierta, cambiaría significativamente la historia de la literatura universal. Realmente La mujer silenciada es un espejo herrumbroso en el que se refleja la vida de todas aquellas mujeres que a lo largo de la historia se han visto privadas de poder ser quienes eran, una voz solitaria en medio del mar, un gato más que no va al cielo.

Víctor Formoso reconoce que esto ha sido el propósito que les ha movido desde el principio a la hora de hacer este trabajo. "Es un homenaje a todas esas mujeres artistas que han estado silenciada durante muchos siglos", afirma. "En esa noche de alcohol ella reconoce que es la hermana de William Shakespeare y la que escribió realmente todos sus textos. Es un guiño a todas esas autoras anónimas a lo largo de la historia". El director no deja de reconocer, sin embargo, que La mujer silenciada es ficción pura y dura. "Hubo alguna teoría de los textos de Shakespeare que realmente no estaban escritos por él, pero que cada vez tienen menos fundamento, porque se sabe que realmente existió", añade.

La protagonista aparece sola en el escenario, en una taberna abandonada, y habla con sombras que son personas con las que ha tenido relación a lo largo de su vida. "Después de una accidente no puede escribir porque se lastima unos dedos y se muestra como una mujer abocada a la frustración, al fracaso, porque no la han dejado ser quien es y está en un estado decrépito de su vida", añade Formoso. "En la obra ella se encuentra con unos personajes imaginados que están atravesando por muchísimas emociones. Tiene muchas partes cómicas, muchas ligeras, algo de emoción. Pasamos por la ira, la violencia o el sexo ya que tiene un abanico muy grande de emociones". Sobre el trabajo de Mari Carmen Sánchez, el director afirma que "yo no puedo estar más contento de trabajar con una profesional de la talla de ella ya que es uno de esos trabajos donde pone encima de la mesa ese amplio abanico emocional que ella es capaz de dar y de conducir al público".

Se trata de una producción pequeña "que hemos fraguado como algo muy íntimo, pero es una delicia ya que como director me salgo a veces de mi rol y la veo como espectador". Sea como fuera, los amantes de Shakespeare disfrutarán porque la actriz hace como una pequeña representación de las obras Ricardos III, Macbeth, Enrique IV y La tempestad con el protagonismo de Falstaff o Leonor de Aquitania. "Hace como pequeños guiños a sus obras y abre con el monólogo que nunca salió en Enrique IV". Todo en un espacio minimalista como una taberna abandonada a a través de una gran mesa sobre la que se sube y los elementos naturales del paisaje, además de un vestuario cedido por 2RC Teatro que es el típico del siglo XV inglés.

Mari Carmen Sánchez añade, por su parte que "me hace mucha ilusión hacer este papel" y afrontar un personaje de esta manera "te da ese vértigo ya que estás solo con poco sitio donde agarrarte, pero es un trabajo de estilo que me apetecía".

Es en realidad "verte tu sola en el escenario con un texto muy bonito y valor y al toro, pero ha quedado muy bonito", añade. La veterana actriz reconoce que le gusta mucho el personaje y subraya una frase muy bonita que puede definir su carácter. "Ella llega a decir 'y no me podéis robar mis sueños porque mientras sueño vivo porque yo soy mi sueño', que define a un personaje acabado y frustrado". Pero sobre todo, a Sánchez le gusta mucho la reivindicación del papel de la mujer en el mundo del arte, muchas veces olvidada en la música, teatro o poesía. "De hecho en esta época las mujeres no podían actuar. Y los papeles femeninos los interpretaban actores. Por eso me parece que Manuel Molins ha estado muy acertado escribiendo esta ficción". Sánchez subraya que "no sé si Shakespeare tenía hermanas, pero dudo que escribieran en aquella época" y en el texto ella dice que "las mujeres no sabían ni leer ni escribir y el teatro era cosa de hombres. Pero que por medio de esta ficción se pueda reivindicar en el escenario el papel de la mujer, muchas veces olvidado. Por eso me apetecía mucho hacerlo". La mujer silenciada trata de rendir tributo a las mujeres en general, pero también a gentes marginadas y desheredadas en un texto que rebosa sobre todo actualidad.