El director británico Guy Ritchie (Hatfield, 1968) camina sobre sus pasos con el estreno de The Gentlemen: Los señores de la mafia. Una cinta con un reparto coral con la que recupera el tono que dio carácter a películas mayores en su filmografía, caso de Lock & Stock (1998), su primer y brillante largometraje; Snatch (2000), comercializada en el mercado español como Snacth, Cerdos y diamantes; o RocknRolla (2008). El ex de Madonna ya había mostrado sus cartas en el Festival de Cannes en 2018, y hubo que esperar dos años para reencontrarse con Guy Ritchie en su mejor versión.

The Gentlemen: Los señores de la mafia, se estrenó en Estados Unidos el 24 de enero pasado, y hoy viernes llega a las salas comerciales españolas como el gran estreno que despide el mes de febrero. Para ello ha reunido a un elenco actoral de peso, como suele ser habitual en otros thrillers criminales como los citados anteriormente, y que tiene al frente a Matthew McConaughey, Charlie Hunnam, Henry Golding, Hugh Grant, y Colin Farrell. A estos se suman Michelle Dockery, Jeremy Strong, Lyne Renée, Jason Wong, Chris Evangelou y Eugenia Kuzmina.

A modo de sinopsis, The Gentlemen se sumerge en el crimen organizado en un Londres sobre el que Ritchie ha cimentado los trazos gruesos de su filmografía, y que pivota sobre el personaje protagonista de Mickey Pearson, a quien interpreta Matthew McConaughey.

Este Mickey Pearson, un capo en el negocio de la marihuana que le ha permitido levantar un imperio en la capital británica, quiere salirse del negocio y sacar la mayor tajada posible con el traspaso. La decisión activa un carrusel de "conspiraciones, intrigas, sobornos y chantajes" entre quienes pretenden hacerse con el control del negocio.

A priori, con este argumento -el del jefe mafioso que agota su vida criminal, que ha inspirado a decenas de películas de distinto director y signo- sacudido de los habituales episodisos de violencia y acción, cabe esperar a un Guy Ricthie en forma en esta vuelta a la casilla de salida. Pero conviene reparar en los altibajos, los éxitos y fracasos de taquilla y crítica, a que tiene acostrumbrado el británico en sus roles de productor y director.

El episodio último fue Aladdin (2019), con Will Smith al frente, que no pasará a la historia como una de sus mejores apuestas. A la anterior a ésta, Rey Arturo: La leyenda de Excalibur (2017), con Charlie Hunnam, que repite con Ritchie en The Gentleman, fue igualmente un caso regular en su historia, que se podría situarse al mismo nivel, por impacto y resultados, que las regulares entregas de Sherlock Holmes: la de título homónimo de 2009, y la que haría dos años después con el título de Sherlock Holmes: juego de sombras.

Caso aparte es Operación Uncle (2015), un triunfo que le permitió al director recuperar el crédito. La deriva que vendría después es otra historia.

Ahora toca regresar a los bajos fondos de un Londres regado de personajes de armas tomar mientras suenan canciones como That's Entertainment, de The Jam; In Every Dream Home a Heartache, de Roxy Music; o Vitamin C, de Can, tres de las canciones que presiden la banda sonora.

En la retina quedan los títulos que hicieron a Guy Ritchie un director de culto, y su apuesta por actores como Jason Statham y Vinnie Jones -con los que contó en el reparto de sus dos primeras películas-, Brad Pitt -enorme en Snatch... como el indómito boxeador gitano- , Benicio del Toro, Gerald Butler, Tom Hardy o Tom Wilkinson.