Entrevista | María Blanco/Mäbu

"Somos como la típica fruta de temporada en marzo"

"Cada vez tenemos más credibilidad y nos hemos convertido en una banda muy sólida e imprescindible", manifiesta la cantante y compositora

La cantante y compositora María Blanco Uranga (Bilbao, 1988) es la voz de Mäbu, proyecto con base en Madrid que desde 2008 comparte con el músico y productor, y también bilbaíno, Txarlie Soriano. La hija del dúo Sergio y Estíbaliz habla en esta entrevista del concierto que ofrece hoy viernes en el Auditorio Alfredo Kraus, a las 20.00 horas, en el arranque del Ciclo Autoras, por que pasarán artistas como Marem Ladson y La Otra. Con cuatro discos y un Ep publicados, el encuentro con Mäbu es la oportunidad de descubrir el nuevo repertorio que llega el día 20 en formato Ep. "Es la tercera vez que tocamos en Gran Canaria y cuando hemos ido siempre movilizamos a la gente a través de las redes sociales y promo al uso no hemos hecho nunca, todo muy underground", asegura la cantante.

¿Cómo será el concierto en el Alfredo Kraus?

Estamos muy contentos después de doce años. Celebramos hace un poquito nuestro décimo aniversario con un disco en directo [ Décimo, 2018] con colaboraciones, y nos apetecía ir en esta ocasión al Auditorio porque el 20 de marzo publicamos nuevas canciones después de cuatro años y vamos a adelantarlas.

¿Hacia donde van las nuevas canciones?

Como canciones, lo que escribo tiene mucho de mi. Tengo una manera de escribir muy concreta que no suelo cambiar pero si que es verdad que el sonido es más electrónico, hemos querido darle un giro en ese sentido, pero siguen siendo canciones que te vayan a ese mundo onírico del pop, como muy de metáforas, de imágenes, todo muy atmosférico, en esa onda. Es una evolución lógica. Se nota más la evolución del primer disco al último que respecto al anterior, Buenaventura (2016).

Son doce años. ¿Cómo ha evolucionado la banda en este tiempo y si se encuentran satisfechos del lugar que ocupan hoy en día?

Haciendo balance, y aunque en muchas ocasiones hemos querido crecer más deprisa, nosotros siempre hemos sido una banda que ha crecido poco a poco, de manera muy segura pero en ascendente. A la larga, el balance es positivo aunque sigamos siendo una banda que mucha gente no conoce, pero si que es verdad que cada vez tenemos más credibilidad y encontramos mucho apoyo en el gremio, y nos hemos convertido en una banda como muy sólida y muy imprescindible en la escena de las salas de mediano aforo en España, y creo que nos establecido en una zona que, no te voy a decir de culto pero si habitual, como el típico grupo que después de 20 años está ahí siempre en la escena, venga mucha gente a vernos o poca.

En este tiempo, Mäbu ha conseguido llevar a directo y disco un sonido que les identifica.

Quizás esto nos lo haya dado la continuidad de estar año tras año intentando buscar nuestro sitio, nuestro sonido, nuestro lugar, eso nos lo ha dado la constancia y no hacer nunca un punto y aparte en nuestra carrera, siempre como un punto y seguido. La bola de nieve va como hacia abajo y engordando en todos los sentidos, tanto en reconocimiento, consolidación de la banda, en sonido, por donde queremos ir...

La banda se debe al pop aunque se contamine de otras cosas, y escapa a los esquemas de la canción de autor y es también un ejercicio de reivindicación del lenguaje del pop en español.

Realmente mis influencias no son la canción de autor. Aunque en la mayoría de los sitios nos presentamos en un formato muy de cantautor, y que yo sea una cantautora, por aquello de que canto lo que escribo. El cantautor o cantautora al uso es más reivindicativo, más romántico, de la balada y tal. Si es verdad que Mäbu se formó para darle a las canciones un aspecto más amplificado, más al pop, y que no fuera de la fórmula del pop de las radiofórmulas. Por eso somos una banda que va más hacia lo independiente porque nos salimos del molde, aunque ya igual el molde no está tan enconsertado y no somos los únicos que hacemos esto. El abanico ya se abre. Me hace mucha ilusión cuando escucho gente que empieza y dice que nosotros somos su referente, que inspiramos a alguien, y eso es increíble.

¿Cuánto debe a su familia la vocación por la música?

No lo se. Si hubiera nacido en una familia de abogados habría sido cantante igual. A mi me ha influído mucho nacer en la famiñia que nací y estar constantemente viendo actuaciones, subidas y bajadas del escenario. El ambiente lo reconozco completamente, pero la forma de hacer las cosas si que es muy diferente. Yo no puedo agarrar la forma de trabajar que han tenido mis padres porque no estaría siendo realista, es otro público, otra historia, pero a final te dedicas a lo que se han dedicado tus padres, y lo que más ayuda es que entienden, te apoyan y eso se agradece.

Ser la hija de..., ha favorecido su carrera, o por el contrario, le ha supuesto un problema.

Ni me ha abierto ni cerrado puertas, tampoco he sido yo la abanderada de ese apodo, no he ido nunca con esa bandera por delante. Es verdad que mis canciones no van dirigidas al mismo público, podría haber hecho un disco con Juan Carlos Calderón, que tuve la oportunidad y no lo hice. Yo tengo una forma de componer muy mía y eso no encaja ni en todas las generaciones ni en todos los lugares.

México ha sido un destino agradecido para Mäbu. ¿Cómo fue llegar a este público?

Es la expansión natural de un artista español desde hace muchísimos años, y vuelvo a lo de antes, porque a mis padres los he visto viajar a México como lo más normal del mundo: es la puerta de Latinoamérica, y la música hecha por españoles tiene mucho crédito y público. Fuimos de vacaciones a visitar a un familiar y decidimos convocar un concierto por redes sociales, vinieron unas 120 personas que para nosotros fue llenar el garito, vender todos los discos que llevábamos, y a partir de ahí dijimos que era una semilla que había que seguir regando. Desde 2013 procuramos ir todos los años con una carrera paralela a la que hacemos aquí. Y tuvimos la oportunidad antes de 2013 de ir a Caracas, en Venezuela, a un auditorio muy chulo en la onda de lo que vamos a hacer en el Alfredo Kraus, un ciclo de creadoras y tal, ¡ojalá que se acuerden de las mujeres no solo en marzo!, y nos gustaría ir a otros países.

Hablaba de marzo y la mujer. ¿Es necesario insistir en esto, seguir reivindicando lo obvio?

Estamos empezando a ser como la típica fruta de temporada cuando llega, somos un comodín muy bueno para marzo, los ciclos y eso. Aún todavía hay que reinvidicar un poco, el ¡hola, estamos aquí!, y estoy agradecida que hayan contado conmigo para este Ciclo Autoras, pero se nos debería considerar no solo para éstos. No me voy a quejar pero no me hace especial ilusión que haya un día o un mes de la mujer, quiero que todos los meses sean iguales, para mí y mis compañeros y compañeras.

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