El Teatro Guiniguada de Las Palmas de Gran Canaria acoge hoy viernes la segunda función de Miau, una farsa celestial, el musical basado en la obra homónima del escritor Benito Pérez Galdós, envuelto en la música del compositor y letrista estadounindense Cole Porter. Adaptada por Juan Carlos Guerra y Fran Villalba, con producción de sta pieza músico-teatral que se estrenó anoche, la pieza tiene su punto de partida en la novela breve de Galdós, publicada en 1888, y que se entronca en las llamadas "novelas españolas contemporáneas" que frecuentó el grancanario, y que se asoma a la cartelera en conmemoración del centenario de la muerte del autor de Fortunata y Jacinta.

Miau, una farsa celestial narra la historia de Luisito Cadalso, un niño que habla sobre los avatares de su familia con un amigo muy peculiar: Dios. Con él comparte su visión sobre la burocracia, la Administración Pública, el Estado, los gobiernos, las influencias, los manejos de oficinas y funcionarios, centrándose en el despido de su padre y el consecuente desgaste psicológico al que se verá sometido.

Según sus creadores, el objetivo de esta propuesta es "potenciar la ironía del escritor grancanario, con una carga de emoción que hará más atractiva, si cabe, la obra de Galdós".

El elenco de Miau, una farsa celestial, cuenta con el concurso de la actriz canaria Ester Brito, que defiende el papel de Luis, y el madrileño Alberto Aliaga, que se reviste de divinidad. Un personaje que tal como explica Aliaga, es un Dios "un tanto atípico al que estamos acostumbrados, pues bebe de la ironía del autor. No obstante, también refleja la cara bondadosa con la que todos lo identificamos".

En el apartado musical, Miau, una farsa celestial tiene un halo de romanticismo fruto de las composiciones de Cole Porter (1891-1964), uno de los compositores más influyentes del siglo XX en comedias y musicales. La dirección musical la asume Borja Arias, director de orquesta, pianista y arreglista, y que cuenta además con el pianista Francisco Fernández para interpretar la partitura en directo.

"Lo que más sorprende de esta obra de Galdós es su trama. Sobre todo, porque el escritor era ateo y no creía en la religión", afirma Juan Carlos Guerra, uno de sus autores. Por este y otros motivos se decidió adaptar Miau, una farsa celestial a un género muy poco frecuente en España, y que expresa a la perfección los sentimientos humanos visceralmente.

El gran desafío de este proyecto escénico, que comenzó a gestarse desde hace más de un año, reside en la compleja adaptación tanto del verbo galdosiano a los tiempos y la escena actual, como las letras de Cole Porter que se incluyen en el espectáculo, que se han virado al español para su ajuste al guión. "Lo que buscábamos es que las canciones continuaran o, al menos, complementarán la acción de la obra", señala Juan Carlos Guerra.