Piel con ronchas rojas, irritada y un picor intenso que da ganas de rascar sin parar. Puede pasar una hora o todo un día y ya está. Olvidado. Pero si ya lleva así al menos seis semanas, es muy probable que esté sufriendo urticaria crónica. Evidentemente, será el experto quien determine el diagnóstico exacto, como recuerda Ana Giménez, dermatóloga coautora del artículo "Tratamiento de la urticaria: ni tan complicado, ni tan sencillo", publicado en Clinical & Experimental Allergy, y Sonia Fuente, de la Academia Española de Dermatología y Venereología.

En el 70% de los casos, la urticaria crónica remite al año de forma espontánea, mientras que en el 11% la duración es superior a los cinco años. Para que el día a día sea llevadero, he aquí los factores que pueden agravar o desencadenar la urticaria crónica para tenerlos presentes, teniendo en cuenta que aunque los antihistamínicos son la base fundamental del tratamiento contra la urticaria, más del 50% de las personas no notan mejoría con las dosis aprobadas actualmente.

Por otra parte, durante el embarazo y la lactancia, la urticaria se debe controlar con el mínimo nivel de medicación que sea efectivo en caso de estar tomando algún tipo de medicamento.

- Medicamentos: antiinflamatorios, antibióticos, opioides, aspirina, psicotrópicos, hormonas.

- Estímulos físicos como presiones y contacto con algunos materiales.

- Cambios en la temperatura corporal (frío, calor).

- Periodo premenstrual.

- El estrés puede empeorar los síntomas, pero a la vez los síntomas de la urticaria causan estrés. De ahí que sea de gran importancia aprender a tener recursos para manejar el estrés, tanto el externo como el que provocan los síntomas de la propia enfermedad.

- Alcohol.

- Alimentos y aditivos.