Su potencial en vitaminas, minerales y fibra la convierten en un superalimento, con la ventaja de que se trata de una hortaliza disponible durante todo el año. Uno de los tesoros que ha proporcionado a la gastronomía mundial el descubrimiento de América, pues es originaria de México, se consumo sobre todo en potajes y otros guisos, aunque también tiene en los postres, como tartas y cremas, reconocidos usos culinarios. Sin embargo, nada más llamativo que cocinada al vapor para sacarle todos sus colores, su característico color anaranjado que encierra su potencial vitamínico y mineral. Tal vez sea esta la mejor manera de consumir la calabaza para aprovechar todos sus nutrientes y propiedades, que pueden ayudar a controlar el peso, las infecciones en las vías urinarias y, en el caso de los hombres, a protegerse de los males de la próstata.

La calabaza, una figura icónica asociada a las celebraciones del Día de los difuntos y su versión americana, Halloween, es una verdura culturalmente considerada más de acompañamiento en guisos y recetas de otros alimentos, también hortalizas principalmente, que protagonista de los platos. Sin embargo, reúne destacadas virtudes gracias a los nutrientes de su composición, incluidas las semillas que rematan la pulpa anaranjada y que presentan distinta consistencia.

Unos 50 ó 100 gramos diarios se pueden utilizar para prevenir el cáncer de próstata o los trastornos urinarios, como las infecciones. Esta verdura es rica, sobre todo, en fibra soluble y no tiene excesivas calorías, por lo que es un alimento muy indicado en el control de peso.

Precisamente, en medicina popular se ha utilizado esta verdura como remedio de trastornos urinarios, de la próstata, o la vejiga, y también para combatir los parásitos intestinales.

La pulpa anaranjada de la calabaza ofrece nutrientes capaces de prevenir el cáncer en la glándula masculina y los trastornos de la vejiga urinaria

Ese color anaranjado de la pulpa que delata su potencial vitamínico nos habla de su riqueza en betacarotenos, que es un potente antiioxidante. Pero la calabaza también destaca por la presencia de vitaminas del grupo B, vitamina C, vitamina E y ácido fólico y minerales, como el calcio, fósforo, magnesio, hierro y algo de cinc.

Otra de sus virtudes es el balance positivo entre sodio y potasio favorable a este último. Tiene muy bajo contenido de sodio y bastante alto de potasio, lo que hace que comer calabaza sea muy útil en el control de la tensión arterial alta.

La mezcla de betacarotenos y fibra, junto al resto de sustancias, la convierten en un alimento que puede servir también como preventivo para las personas que tienen trastornos arteriocoronarios y que tienen arterioesclerosis o han padecido infartos.

Entre los beneficios de esta verdura está la función importante de la pulpa de la calabaza que puede neutralizar la acidez de estómago suavizando y protegiendo la mucosa digestiva. Por eso está indicada en el reflujo gástrico, la gastritis, la úlcera de estómago y el estreñimiento.

Calabaza y zanahoria. La Provincia

Emplastos para ampollas

No solo los betacarotenos actúan en el sistema cardiovascular o el digestivo, por ejemplo, en el caso de la calabaza. También es beneficiosa para la vista, para la agudeza visual y preventiva de la formación de cataratas.

El uso tópico de la pulpa de la verdura tiene repercusiones saludables.

Así, se ha utilizado como emplastos mezclándola con un poco de aceite de lino o de oliva para tratar quemaduras. Sus efectos beneficiosos están documentados.

Lo de tratar quemaduras con esta preparación es algo frecuente en Marruecos, por ejemplo.

Procedente de México, la calabaza se consumía ya antes de que llegaran los españoles en el siglo XV. Además, la flor de la calabaza se utiliza en ese país y en el suroeste de EE UU para elaborar una especie de quesadilla y también tacos a base de queso y flor de calabaza, así como diversos guisos de verduras.

Fougasse de chorizo, parmesano y pipas de calabaza. loleta.es

Pipas tostadas

Además de las flores, también se consumen, tostadas, saladas o no, sus pipas, tanto solas para picar como frutos secos como para adornar platos, panes o postres, o como acompañamiento. Las semillas de calabaza concentran a su vez muchas de las propiedades de la hortaliza. Contienen vitaminas A, B3 y K, así como ácido fólico, ácidos grasos omega-6 y ácidos grasos omega-3.

Por todo ello se considera que:

  • Favorecen la relajación.
  • Ayudan a la pérdida de peso.
  • Contribuyen a aumentar la masa muscular.
  • Tienen efecto protector de las células del organismo.
  • Son antiinflamatorias.
  • Mejoran la salud de la próstata.
  • Combaten los parásitos intestinales.
  • Previenen la anemia