La cerveza, esa eterna polivalente. Ayudante en días calurosos pero no menos disfrutable en una tarde fría de invierno. En su justa medida, como con cualquier alimento o bebida, puede alegrarnos en casi cualquier contexto. Las hay de tantos tipos, sabores y orígenes que los expertos en este brebaje descubren cada día nuevas sorpresas.

Con agua, malta, levadura y lúpulo se llevan cientos de años haciendo verdaderas maravillas. Y claro, lo normal es que detrás de una bebida con tantos siglos de historia detrás se creen mitos que terminen pasando entre generaciones. Vamos a intentar poner aclarar algunos de ellos.

"La cerveza, cuanto más fría, mejor"

Una de las cualidades que más valoramos es la notable capacidad que tiene la cerveza para calmar la sed, y en días calurosos es una herramienta muy utilizada. Sin embargo, hay algunos tipos de cerveza que debemos servirlas a una temperatura más alta si queremos disfrutar de todos sus matices. Se recomienda que las Lager se sirvan entre 2-6º, mientras que las cervezas de tipo Ale o de Abadía se suelen servir entre 5-8º.

"Lo mejor es meter las jarras en el congelador antes de servir"

En muchas casas y bares, sobre todo los situados en lugares con temperaturas ambientales elevadas, es común mantener las jarras en el congelador para sacarlas justo antes de servir la cerveza. Esto es un error. El hielo descarbonata la cerveza y perjudica la creación de espuma. Además, atenúa en exceso la temperatura de consumo. El mejor consejo es refrescar el interior de la copa con agua fría justo antes de servir la bebida.

"La cerveza la beben principalmente hombres"

Esta afirmación está totalmente equivocada. El 81% de españoles adultos consumen cerveza de manera ocasional, y dentro de ese porcentaje el 53% son hombres y el 47% mujeres, según informes del Cerveceros de España. Además, en cada comunidad española el dato es muy parecido al general. Por lo tanto, podemos rápidamente desmentir este mito.

"Da igual en qué vaso sirvas la cerveza, sabrá igual"

Como con la mayoría de bebidas fermentadas como el vino, importa mucho la forma y el tipo de vaso en el que se sirva la cerveza. Cada cerveza necesitará de un vaso diferente para potencial al máximo su sabor y sacarle el máximo de partido posible. Tanto es así que cada vez más marcas sacan al mercado sus propios vasos o copas con la estructura y las características perfectas para su producto.