¿Te cuesta dejar los ultraprocesados? Estos cinco alimentos podrían ser la razón según los expertos

El nutricionista Mario Ortiz advierte sobre los aditivos más frecuentes en nuestra dieta que alteran el apetito, el metabolismo y la salud a largo plazo

5 ingredientes que deberías evitar

5 ingredientes que deberías evitar / LP/DLP

Johanna Betancor Galindo

Johanna Betancor Galindo

Las Palmas de Gran Canaria

Estás comiendo, pero no te sacias. Abres la nevera por inercia, picas algo más y al poco rato, el hambre vuelve. La escena se repite día tras día como un bucle que no termina, pero ¿y si ese apetito constante no fuera emocional, ni casual y ni siquiera tu culpa?

 Detrás de esa necesidad constante de “comer algo” se esconden ingredientes diseñados para activarte, estimularte y mantenerte enganchado.Tal y como afirma el nutricionista clínico y deportivo Mario Ortiz (@marioortiznutricion), que a través de sus vídeos en redes sociales revela los mecanismos detrás del consumo excesivo de ultraprocesados. Según explica, existen cinco ingredientes clave que deberías evitar si quieres recuperar el control sobre tu cuerpo y tu salud.

Grasas trans: las reinas silenciosas del supermercado

Son baratas, sabrosas y alargan la vida útil del producto. Las grasas trans aparecen en la bollería industrial, snacks y productos de panadería. “Si ves en la etiqueta ‘grasa vegetal parcialmente hidrogenada’, duda. Es una forma encubierta de decirte que lleva grasas trans”, advierte Ortiz. Estas grasas se han relacionado directamente con el aumento del colesterol LDL (el “malo”) y enfermedades cardiovasculares.

A lo que añade un ejemplo claro: “Este pan de leche de supermercado lleva grasa vegetal totalmente hidrogenada”, señala el nutricionista en uno de sus vídeos.

Azúcares ocultos: muchos nombres, mismo efecto

Fructosa, jarabe de maíz, dextrosa, maltodextrina… El problema no es solo el azúcar, sino su camuflaje. “Tiene mil nombres y ese es el verdadero peligro”, advierte Ortiz. Este exceso se vincula con obesidad, diabetes y adicción alimentaria.

Glutamato monosódico (E621): el potenciador de tu apetito

Presente en snacks, caldos y comida rápida, el E621 estimula los receptores del sabor de forma artificial. “Te da más hambre, te cuesta controlar la cantidad y te hinchas sin darte cuenta”, explica Ortiz. El resultado es una ingesta excesiva, retención de líquidos y, en algunos casos, dolores de cabeza o hipersensibilidad.

Según la OMS, su uso es seguro dentro de límites, pero su presencia constante en productos de consumo diario genera un patrón de sobreestimulación que puede condicionar tus elecciones alimenticias.

Nitritos y nitratos (E250, E251): la cara oculta del fiambre

Se usan para conservar embutidos y carnes procesadas, pero pueden transformarse en nitrosaminas, sustancias potencialmente cancerígenas. “Evítalos siempre que puedas. Están directamente vinculados con cáncer colorrectal”, indica Ortiz. La OMS los incluye entre los aditivos que requieren control estricto en su evaluación de riesgo.

Colorantes artificiales: más color, más alarma

E102, E110, E129… “Están sobre todo en chuches, refrescos y alimentos infantiles. Los colores brillantes que tanto llaman la atención pueden tener efectos negativos en niños y adultos”, señala Ortiz. Según estudios internacionales, estos colorantes están asociados a hiperactividad, alergias e incluso alteraciones hormonales.

La OMS y el control internacional de aditivos

La Organización Mundial de la Salud (OMS), junto con la FAO, regula estos compuestos a través del Comité JECFA, que solo aprueba aditivos sin riesgo apreciable para la salud humana. Aun así, se recomienda limitar su consumo, ya que su acumulación puede tener efectos tóxicos a largo plazo. “Lo que hay que evitar es esa combinación explosiva de aditivos que se esconden tras etiquetas imposibles de leer”, concluye Ortiz. 

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