Esto que sientes puede darte derecho a una pensión: lo recuerda un abogado laboralista

No es flojera ni es una etapa. Tampoco es algo que se solucione con un paseo o un cambio de actitud. La depresión es una enfermedad silenciosa que afecta a más de dos millones y medio de personas en España, y que, en casos graves, puede impedir incluso levantarse de la cama. Lo que muchos desconocen es que también puede dar derecho a una pensión.

“El 5% de la población adulta experimenta depresión y no he podido evitar pasarlo por alto”, afirma el abogado laboralista Víctor Arpa (@abogadovictorarpa), que desde sus redes sociales ofrece orientación jurídica clara sobre lo que pocos explican, ya que la salud mental también tiene cabida dentro de los derechos laborales.

No estás solo o sola

Cada vez más profesionales de la salud y del derecho coinciden en una realidad incuestionable: la salud mental debe abordarse con la misma seriedad que cualquier otra enfermedad. La depresión puede alterar la rutina, romper relaciones, distorsionar la percepción de uno mismo y, por supuesto, afectar de forma severa a la capacidad para trabajar. “Si tienes depresión, no estás solo. Muchos no saben que pueden tener derechos para que se les reconozca una incapacidad”, recuerda Arpa.

Pero no se trata de cualquier caso. Para que la Seguridad Social contemple la depresión como causa de incapacidad permanente, esta debe cumplir ciertas condiciones: ser crónica, resistente al tratamiento y realmente incapacitante para el desempeño laboral.

¿Qué se necesita para solicitarla?

La clave está en la documentación médica.“No basta con sentirse mal. Hay que demostrarlo con informes, diagnósticos serios y una afectación funcional real”, detalla el abogado. El INSS evalúa el historial clínico completo: cómo afecta al día a día, a la capacidad de concentración, de relación social o incluso de salir de casa.

En los casos más graves, cuando se reconoce una Incapacidad Permanente Absoluta, el afectado tiene derecho a una pensión equivalente al 100% de la base reguladora, exenta de impuestos. Esto, incluso si la persona podría desempeñar algún tipo de teletrabajo, como ya reconocen varias sentencias recientes.

¿Y si la causa es el trabajo?

La ley distingue entre enfermedad común y accidente laboral. Si la depresión está causada directamente por el entorno laboral (acoso, presión extrema, burnout), podría considerarse un accidente de trabajo, aunque no figura aún como enfermedad profesional en el listado oficial del INSS.

En esos casos, corresponde a la mutua de la empresa gestionar la baja, y la prestación económica se cobra desde el primer día. Sin embargo, demostrar este vínculo no siempre es fácil, y muchas veces se necesita reclamar por vía judicial para lograr ese reconocimiento.

La depresión es un trastorno profundo, muchas veces invisible, pero que deja huellas físicas, mentales y sociales. Según la OMS, en España, su incidencia ha aumentado un 4,38% en solo un año. Los síntomas van desde el aislamiento, la tristeza o la fatiga extrema, hasta pensamientos recurrentes de muerte o suicidio.