Dietas

El ingrediente del potaje que te levanta el ánimo

De sabor intenso, los berros te aportan un chute de energía y tienen propiedades antidepresivas

Potaje de berros.

Potaje de berros. / LP / DLP

Los berros forman parte de la dieta canaria como las papas, el millo, el tomate y el plátano. Mientras en otros lugares del país se consumen más bien en ensalada y se venden en tarrinas como un producto de lujo, en Canarias los berros son parte indispensable de uno de los potajes más característicos de la cocina isleña, el potaje de berros.

Indagar en el origen del potaje de berros en Canarias nos llevará seguramente a la conclusión de que se trata de un plato importado, que trajeron consigo los conquistadores, porque el berro es originario de Europa y de Asia Central. De hecho, se considera uno de los vegetales más antiguos consumidos por el hombre, de tal manera que el origen del potaje de berros se pierde en el principio de los tiempos.

Arsenal de hierro y vitaminas A y C

Existen referencias a los berros desde la antigüedad y también sobre su uso medicinal. Rico en hierro, calcio, yodo, ácido fólico y en las vitaminas A y C, también tiene un alto contenido en ácidos grasos omega 3 y en fibra. Todos estos componentes convierten al berro en un potente regulador de la salud, al que se le atribuyen propiedades estimulantes, antidepresivas, antioxidantes y diuréticas.

Sus elementos fitoquímicos y su fibra contribuyen a mantener sana la microbiota intestinal, lo cual unido a su aporte de vitamina C ayuda a levantar el ánimo incluso tomado en pequeñas cantidades. Del mismo modo, sus vitaminas consumidas en crudo, ya sea en ensaladas o integradas en zumos y batidos verdes, contribuyen a mantener los músculos en forma, evitando la pérdida de tono muscular.

Contra el escorbuto y la anemia

Su riqueza en hierro combinada con la vitamina C, que favorece la absorción del mineral, convierten al berro en un buen reconstituyente y aliado contra la anemia. En la edad moderna, durante la época de las grandes expediciones de navegación, se consideraba que era un buen remedio contra el escorbuto.

Nada como una buena crema de berros para superar estados de debilidad o convalecencia asociadas a anemia o pérdidas de sangre. Su hierro y su alto contenido en ácido fólico lo convierten, a su vez, en un fantástico aliado durante el embarazo e incluso antes de este, como preparación del cuerpo de la madre y para evitar en el feto malformaciones como la espina bífida.

Alimento para la piel

De sabor ligeramente picante, se pueden comer crudos o guisados, en potajes, cremas o incluso en revueltos. En su versión cruda, como en el caso de todos los vegetales, presenta mayor concentración de vitaminas puras y fitoquímicos sin alterar. En cualquier caso, crudos o cocinados, los berros están deliciosos y sus antioxidantes son también un alimento para la piel.