La onicofagia, que es el nombre científico de un trastorno directamente relacionado con morderse las uñas, es una realidad psicológica muy frecuente en adultos y niños.

Algunos estudios científicos estiman que entre el 20 y el 30% de la población mundial se muerde las uñas de forma crónica, aunque esta cifra puede variar y llega a situarse por encima del 40%.

Pero antes de entrar en materia es importante dejar claro que no todas las personas que se muerden las uñas padecen este trastorno obsesivo compulsivo.

Cuando la necesidad de morderse las uñas llega a causar problemas tanto de salud como estéticos o sociales, hablamos de onicofagia.

Y además de consecuencias como deformación de las cutículas, infecciones, pérdida parcial o total de la uña, también produce problemas bucodentales, tal y como advierten los expertos.

Las bacterias que se localizan debajo de las uñas pasan a la boca y pueden originar infecciones orales de todo tipo

El doctor Óscar Castro Reino, presidente del Consejo General de Dentistas, explica que la onicofagia está muy relacionada con el bruxismo. Se trata de una patología que puede afectar al 70% de los españoles y que consiste en apretar la mandíbula, normalmente por la noche, y de manera inconsciente.

“La principal asociación está en la causa de ambos, el estrés y la ansiedad. En ambos cuadros se ha comprobado que existe un trasfondo psicológico importante”, señala a ‘Guías de Salud’.

Es un hábito que resulta muy difícil de eliminar y que, prolongado en el tiempo, afecta a la salud de nuestra boca. 

Onicofagia: ¿Por qué hay que acudir con más frecuencia al dentista? Freepik

Consecuencias bucodentales

Básicamente son tres  las consecuencias que la onicofagia tiene en la salud oral. Tal y como apunta el especialista:

  • Las bacterias que se localizan debajo de las uñas pasan a la boca y pueden originar infecciones orales de todo tipo.
  • Morderse las uñas va produciendo desgaste en el esmalte o incluso fisuras.
  • Si el hábito es muy continuo, puede provocar pequeños desplazamientos en la posición de los dientes.

Sin embargo, los efectos en determinados pacientes son un auténtico peligro.

Por ejemplo, aquellos que llevan ortodoncia o carillas dentales (tratamiento para mejorar la estética de los dientes y que suele estar fabricado de composite).

  • "Están más expuestos a complicaciones. En el primer caso, la onicofagia puede desprender o mover los brackets y alambres, o incluso desplazar algún diente de manera indebida. En el caso de las carillas estéticas, teniendo en cuenta que se trata de una lámina muy fina, generalmente de cerámica, al morderse las uñas puede llegar a fracturarse".

Los pacientes con carillas dentales son los que más peligros tienen de morderse las uñas Wavebreak Media LTD

¿Hay que visitar al dentista con más frecuencia?

Sí. Las personas que se muerden la uña con frecuencia, y que además producen heridas en las cutículas y en los dedos, deben acudir con mayor frecuencia a las visitas rutinarias al dentista, como señala el doctor Castro Reino

  • "Es importante tratar la onicofagia, no solamente por razones bucodentales, sino por motivos de salud general. Este mal hábito puede originar también infecciones importantes a nivel local de las uñas e incluso problemas digestivos".

El presidente del Consejo General de Dentistas aconseja que “cualquier persona con este hábito debería consultar a un profesional sanitario quién le asesorará sobre posibles soluciones para eliminarlo”.