Ya hemos pasado varias olas de calor y todavía queda mucho verano por delante. Y las altas temperaturas afectan a la salud cardiovascular. De hecho, según explican desde la Sociedad Española de Cardiología (SEC) entre las causas más habituales de mortalidad durante las olas de calor están las relacionadas con las enfermedades cardiovasculares. 

¿Por qué? Pues una de las razones que dan los especialistas en cardiología es que, al perder más líquidos de lo normal a través del sudor, se reduce el volumen de líquidos que circula por el cuerpo. 

Además, el propio calor provoca la dilatación de las arterias y venas, lo que hace que la circulación venosa se haga más lenta. 

Si a ambas cosas se le suma que el afectado sea alguien que ya sufre cualquier tipo de enfermedad cardiovascular, la cosa se complica todavía más. 

Una hora de paseo diario, a buen ritmo, mejora la salud cardiovascular.

Recomendaciones de los cardiólogos para este verano

Por eso, la SEC y la Fundación Española del Corazón (FEC) recuerdan la importancia de no olvidar el cuidado de nuestro corazón durante la época estival. Y para hacerlo han creado un decálogo para este verano: 

1- Mantenerse hidratado. Beber al menos 1 litro y medio de agua (líquidos) al día. 

2- Comida variada. Lo mejor es tomar alimentos frescos cocinados en casa con poca sal y poca grasa. Evitar los fritos y optar mejor por los formatos cocidos, horneados o la brasa. Optar siempre por formas frescas de cocinar y condimentar. Y, por supuesto, comer gran cantidad de verduras y frutas frescas. 

3- Hacer ejercicio. Siempre evitando las horas centrales del día. Simplemente una hora de paseo diario y a buen ritmo mejorará nuestro estado físico y anímico y, además, nos ayudará a proteger nuestro corazón. 

4- Adherencia al tratamiento. Cambian rutinas y eso puede dar lugar a despistes a la hora de tomar la medicación pautada. Recurrir al uso de alarmas en el teléfono móvil puede ser un buen recurso para no olvidar la pastilla.

5- Evitar el tabaco, el consumo de alcohol y bebidas azucaradas. El consumo de alcohol es siempre perjudicial y, además, nos deshidrata. Así que, hay que huir de las bebidas azucaradas porque aumentan el riesgo de padecer obesidad y diabetes mellitus tipo 2. Recuerda: sal, azúcares y alcohol, solo en cantidades muy controladas.

Hay que evitar los fritos y aumentar el consumo de fruta y verdura.

6- Tomar el sol. Exponernos al sol durante 15/20 minutos diarios para sintetizar vitamina D. Eso sí, siempre con protección y evitando exposiciones prolongadas en las horas centrales del día (12-17 horas). 

7- Descansar adecuadamente. Mantener las rutinas de sueño durmiendo entre 7 y 8 horas diarias. 

8- Elegir el medio de transporte adecuado para los viajes. Si vamos en coche, es aconsejable hacer paradas cada 200 Km, para estirar las piernas. En el caso de que viajemos en avión, tren o barco, es recomendable dar algunos paseos para evitar sufrir el síndrome de la clase turista.

9- Huir del estrés. Son muchos los que, en estas fechas, siguen manteniendo un ritmo frenético. Hay que relajarse.

10- Comparte tu tiempo, comparte tus aficiones, comparte tus dudas y problemas. Intercambia experiencias. Tu entorno y tu familia pueden ser un gran estímulo y apoyo para el cumplimiento de los objetivos de salud. ¡Cuenta con ellos! Te ayudarán a controlar el estrés, la ansiedad y a tener un estilo de vida cardiosaludable.