Probablemente a aquellos que no tengan niños cerca esto le suene más a gastronomía que a salud. Pero no. Los moluscos son una patología benigna muy habitual entre los más pequeños, aunque pueden aparecer a cualquier edad.

Se trata de un virus de la familia de los poxvirus que provoca la aparición de unos granitos de color rosado que pueden aparecer de forma aislada o grupal. Y como en general no pican, pueden pasar completamente inadvertidos para el niño.  

Benignos, pero muy contagiosos

La doctora Stephanie Patrizia Barbeito Pagliuca, miembro del Grupo de Dermatología de la Sociedad Española de Médicos Generales y de Familia (SEMG), explica que:

  • "Estas protuberancias, por lo general, aparecen en la cara, el cuello, las axilas y la parte superior de las manos en los niños”.

Lo que si caracteriza a este virus es que es muy contagioso. Se trasmite por el contacto de piel con piel, y en entornos como instalaciones deportivas o piscinas.

Esta forma de transmisión hace que sea muy probable que aparezcan brotes en guarderías y colegios.

Pueden ser de trasmisión sexual

Pero aunque ya hemos visto que los niños son las principales ‘víctimas’ de esta infección vírica, los mayores tampoco están libres de padecerlos. 

La doctora explica que en los adultos sexualmente activos y en algunos individuos inmunodeprimidos, también pueden aparecer los moluscos.

A estas edades su localización es diferente y suelen aparecer en "los genitales, en la parte inferior del abdomen y en la parte superior interna de los muslos en los adultos". Esas son las zonas más afectadas, siempre que la infección sea de transmisión sexual.

Una patología benigna muy habitual entre los más pequeños, aunque puede aparecer a cualquier edad.

¿Cómo identificarlos?

La doctora Barbeito Pagliuca explica que el número de moluscos que aparecen puede oscilar entre 1 o alrededor de 20. En cuanto a su tamaño, comienzan siendo muy pequeños, "puede ser como la cabeza de un alfiler" e ir creciendo hasta alcanzar el tamaño de una "goma de borrar de un lápiz”, explica esta experta.

La especialista de la SEMG enumera las características de las protuberancias:

  • "Tienen relieve, son redondas y del color de la piel".
  • "Son pequeñas, y normalmente tienen menos de 6 mm de diámetro".
  • "Suelen mostrar un pequeño hueco o un punto en la parte superior, cerca del centro".

¿Cómo se tratan?

En este punto, los expertos de la Fundación Piel Sana explican que el tratamiento de los moluscos va a ser distinto en función de las características del paciente. Concretamente dependen de:

  • La edad del paciente, su estado de salud y su historia clínica.
  • Si la enfermedad está en su inicio o ya más avanzada.
  • La tolerancia del paciente a determinados fármacos.

En el día a día de las consultas por moluscos lo más normal es que el médico decida no intervenir. Es decir, “dejar que el molusco contagioso desaparezca por sí solo sin tratamiento alguno”, explica la Barbeito Pagliuca.

Eso sí, hay que tener paciencia porque estos granitos tardan en desaparecer. A veces 2 o 3 meses, pero como señala la experta este tiempo se puede demorar hasta 6 o 18 meses.

En otras ocasiones, el especialista puede optar por tratar los moluscos. La doctora Barbeito explica las distintas técnicas para terminar con ellos:

  • Eliminarlos con un escalpelo o pinzas.
  • Mediante crioterapia.
  • Hacer un raspado del molusco con instrumental quirúrgico (curetaje).
  • Aplicación de cremas o agentes químicos adecuados para su eliminación.

En algunas ocasiones, los moluscos se pueden eliminar con un escalpelo o unas pinzas.

¿Es posible evitar el contagio?

Si un miembro de la familia tiene moluscos, cosa muy habitual en el caso de los niños, existen recomendaciones para evitar que los contagie a otros familiares, .

Con este fin, la médico de familia especialista en dermatología nos explica qué debemos tener en cuenta:

  • No tocar, rascar, ni frotar los moluscos.
  • Lavarse las manos frecuentemente con agua y jabón.
  • Mantener limpias las zonas donde han aparecido los granos.
  • Si es posible, se pueden cubrir los moluscos, bien con la ropa o con apósitos, para evitar que entren en contacto con otra piel. Esto está especialmente indicado cuando vamos a practicar deportes de contacto o acuáticos.
  • No afeitar ni depilar las zonas afectadas por los moluscos.
  • Humedecer la piel si está seca.
  • No compartir las toallas, la ropa u otros elementos personales.