Muchas familias ya están poniendo en marcha la maquinaria del inicio de curso. Ropa, uniformes, mochilas, libros y material escolar, son imprescindibles para afrontar la vuelta al cole.

Pero además de los materiales, la salud de los más pequeños también debe estar preparada para afrontar el nuevo curso. En especial su salud visual.

Probablemente, durante este verano el uso de dispositivos electrónicos entre los menores haya sido más habitual de lo normal.

De hecho, según datos del estudio AIMC Niñ@s (Asociación para la Investigación de Medios de Comunicación), los niños españoles pasan casi 4 horas frente a una pantalla durante los días de escuela, tiempo que sobrepasa las 6 horas en fin de semana.

Este aumento del tiempo que los más pequeños invierten en el entretenimiento digital ha hecho que sus problemas de visión aumenten y, cada vez, a edades más tempranas.

La miopía, la hipermetropía y el astigmatismo son las patologías oftalmológicas que aparecen con más frecuencia entre los menores.

Su detección precoz y tratamiento adecuado son claves para evitar problemas derivados, tales como la falta de atención por una mala visión que les impida seguir las explicaciones de los docentes.

Por eso, es especialmente importante detectarlas antes de comenzar el nuevo curso escolar.

La miopía, la hipermetropía y el astigmatismo son las patologías oftalmológicas que aparecen con más frecuencia entre los menores Freepik

"Mantener una buena salud ocular es imprescindible en los niños en edad escolar ya que es esencial para un correcto aprendizaje", señala el doctor Emilio Dorronzoro, jefe de servicio de Oftalmología del Hospital Universitario Sanitas La Moraleja.

Los problemas de visión no solamente pueden derivar en un menor rendimiento académico, sino que impiden el desarrollo del aprendizaje, la lectura y la escritura además de perjudicar la psicomotricidad fina y la coordinación ojo-mano

Sin embargo, no siempre es sencillo detectar posibles problemas de visión sobre todo en los más pequeños, ya que estos no son capaces de comunicar sus dificultades o de relacionarlas con la vista.

Por ello, resulta imprescindible que sean los padres quienes, a través de la observación, puedan detectar indicios de una dolencia.

En este sentido, es posible describir diez síntomas que pueden corresponder a problemas de visión en niños, según el doctor Dorronzoro:

  • El niño entrecierra los ojos o los guiña cuando tiene que levantar la vista hacia la pizarra o atender a las explicaciones del profesor.
  • Se queja de dolores de cabeza o visión borrosa, sobre todo, al final de la jornada escolar o a la hora de hacer los deberes.
  • Tiene demasiada sensibilidad a la luz y le cuesta adaptar la visión en los ambientes oscuros.
  • Se sienta demasiado cerca de la televisión.
  • Parpadea con mucha frecuencia y le lloran los ojos.
  • No enfoca la vista de manera precisa hacia lo que se le señala.
  • Falta de atención y concentración.
  • Gira la cabeza de una forma no natural cuando mira hacia algún punto concreto.
  • Se salta palabras o letras al leer.
  • Descoordinación en el movimiento de los ojos, no se mueven alineados.

Si se detecta alguno de estos síntomas en niños, se recomienda acudir lo antes posible al especialista para que pueda valorar el posible problema y tratarlo adecuadamente.