Habilitar en cada centro educativo un aula ventilada para trasladar al alumnado con síntomas de gripe A o evitar la organización de actividades que impliquen agrupamientos numerosos del alumnado son algunas de las medidas contempladas en el Plan de Preparación y Respuesta de la Administración Educativa ante la gripe A/H1N1 dado ayer a conocer por la Consejería de Educación del Gobierno de Canarias a los equipos directivos de los centros educativos, a través de su página web. Los centros no habían recibido instrucción alguna en este sentido hasta el pasado miércoles.

Este protocolo de prevención tiene como finalidad reducir el impacto de la pandemia en la salud de la población escolar en las próximas semanas. Para ello, cada centro deberá contar en la primera semana del inicio del curso con una comisión específica presidida por el equipo directivo y con representantes del Consejo Escolar. Además de las medidas personales, ya difundidas al conjunto de la población, como cubrirse la boca y la nariz al toser y lavarse las manos con frecuencia, entre otras, los colegios deberán adoptar otras específicas en el entorno escolar entre las que priman la ventilación y limpieza a fondo diaria del centro, aulas y espacios comunes, así como todos los objetos de uso común.

El plan también contempla mecanismos de intervención con las familias en el caso de la detección de síntomas en el centro, e incluso deberá planificar tareas y actividades que puedan realizar los escolares en sus domicilios e caso de tener que ausentarse temporalmente del colegio por contagio.

Ante la aparición de los primeros síntomas de gripe A en un alumno, el protocolo a seguir contempla, en primer lugar, la comunicación con los padres o tutores del mismo para trasladarlo a su casa. Mientras tanto, el niño deberá permanecer en el aula habilitada para tal fin, acompañado por un adulto que tomará las medidas de protección oportunas detalladas en el plan. De confirmarse un caso de contagio, el centro deberá informar al resto de los padres para que vigilen a sus hijos y actúen al primer síntoma gripal. Si se da el caso, se contemplan diferentes maneras de comunicación con el alumnado y sus familias para hacerles el seguimiento oportuno.