La lucha por la supervivencia descrita por Charles Darwin en El origen de las especies, de cuya publicación se cumplen actualmente 150 años, fue acuñada por Friedrich Nietzsche y Karl Marx adaptándolo uno a los planteamientos filosóficos y el otro, a los netamente político-económicos.

Apoyándose en las disertaciones de ambos, que centraron algunas de sus teorías en las deducciones de quien estableció el origen del hombre, la profesora de la Universidad de Las Palmas de Gran Canaria Sonia Mauricio Subirana recordó ayer en el Paraninfo universitario la vigencia en los planteamientos de unos individuos que entendieron el alcance de la evolución y la supervivencia de las especies, en el momento que les tocó vivir.

La conferencia, que lleva por título Darwin, Nietzsche y Marx: la lucha por la supervivencia, se inició con un esbozo de "la convulsa situación social" en la que se encuentra Europa cuando el biólogo presenta su tesis, en 1859. "Entre 1830 y 1848", explicó Mauricio a modo de resumen, "se removió el suelo europeo más que en los últimos tres siglos".

Junto a Engels, Marx ya se ha revelado en esos momentos como un crítico de toda la filosofía anterior, por considerarla meramente "especulativa, teórica y desvinculada de la realidad". Sonia Mauricio se refirió anoche incluso al paralelismo que estableció Marx entre la lucha de las especies en la naturaleza, descrita por el naturalista, y la lucha de clases a través de la historia. "Comparaba a los obreros con los animales de los que hablaba Darwin en su obra", señaló anoche.

SUPERVENTAS. La ponente explicó, a continuación, la impresión que a Friedrich Nietzsche causó leer aquella publicación en 1859, un libro que se agotó de las librerías el mismo día que se puso a la venta. Para Nietzsche supuso la ruptura absoluta con todo lo anterior. Él, que ya estaba cansado de la constante carga metafísica y religiosa en los fundamentos históricos y sociales, abrazó las notas de Darwin como si de una nueva y veraz Biblia se tratase, aunque discrepaba acerca de la evolución de las especies.

"Nietzsche opinaba que era un cuento chino que el hombre avance fruto de esa evolución. Antes de la publicación de El origen de las especies", continúa, "la explicación metafísica de la realidad lo abarcaba todo. Después de Darwin, ya no se pueden hacer explicaciones teológicas de la realidad: hay que mirarla de frente", añadió.

Con la religión destronada y algunas explicaciones mucho más detalladas, Mauricio pasó a hablar del progreso y también tuvo tiempo para dos recomendaciones cinematográficas que a su parecer servirían para identificar parte de lo que explicó. Una es El planeta de los simios, donde el director "rompe con las ideas establecidas".

La otra invitación fílmica fue visionar La pesadilla de Darwin, un documental que se puede ver gratis en internet sobre la deuda ecológica asociada a la importación y el consumo de la perca del Nilo y sus nefastas consecuencias en Tanzania, donde esta iniciativa ha acabado con la fauna local, fomentado la guerrilla y, sobre todo, permitido que el primer mundo viva bien gracias a que en el tercer mundo se vive muy mal.