El escritor y diplomático francés Stéphan Hessel, autor del libro ´¡Indignaos!´, que ha inspirado a movimientos como el 15-M español, ha asegurado hoy que cuando los gobiernos no escuchan al pueblo la democracia se convierte en oligarquía.

"La democracia debe permitir a todos llevar una vida digna y si los gobiernos no escuchan al 'demos' (pueblo) falla algo", ha subrayado Hessel, de visita en España para presentar su segundo libro ´¡Comprometeos!´, quien ha insistido en que para sustituir la oligarquía por la democracia "hace falta que el poder escuche al pueblo. Es fácil de decir pero no fácil de hacer".

Este pensador francés de casi 94 años, que se ha convertido en un referente para los jóvenes de muchos países, entre ellos los "indignados" españoles, ha mostrado en una rueda de prensa multitudinaria su simpatía por el 15-M, al que augura que seguirá teniendo influencia en España.

Algunos representantes de este movimiento, como Olmo Vázquez, de Democracia Real Ya, estaban presentes en la sala, y le han agradecido públicamente su apoyo y la publicación de sus libros.

Hessel se ha "sorprendido" de que su "pequeño libro" haya sido utilizado por el movimiento español para "reclamar una sincera y verdadera democracia".

Tras advertir de que "el camino no será fácil", el pensador ha recordado que hará falta "paciencia, confianza y valor" porque "las fuerzas económicas son muy listas y al final terminan enredándote".

Ante la pregunta de cuál sería el camino que debe seguir este movimiento o si debe constituirse en una formación política, Hessel, miembro de la Resistencia francesa y superviviente de varios campos de concentración, ha abogado por seguir dos vías.

"Hay que empezar por usar los partidos más democráticos, hay que apoyarlos en las próximas elecciones -ha matizado-. No vale decir yo me abstengo porque todos son iguales; no es cierto", a la vez que se ha mostrado a favor de apoyar los movimientos que están surgiendo y que reclaman una sociedad menos violenta y más consensuada.

Respecto a la posibilidad de que el PP gane las próximas elecciones en España, Hessel, que participó en la Declaración de Derechos Humanos en 1948, ha dicho que si existe un partido que está en contra de los valores que defienden los "indignados" no hay que apoyarlo.

Es más -ha recalcado- sería una razón de más para movilizar a todos para que voten en contra de ese partido, si bien ha dejado muy claro que él no dice a quién hay que votar.

A pesar de ello, este humanista, candidato al Premio Nobel de la Paz, ha asegurado que él vota al Partido Socialista francés y se ha manifestado "admirador" de José Luis Rodríguez Zapatero, al tiempo que ha señalado que "tal vez Rubalcaba sea otro gran español".

Hessel, que siempre ha abogado por el uso de la no violencia y por el carácter pacífico de las protestas, ha justificado la desobediencia civil cuando "la legalidad está encontrada con la legitimidad", pero explicando que esa actuación va en contra de la legalidad impuesta.

El escritor francés, que ha vendido en España casi 500.000 ejemplares de sus dos libros, ha estado acompañado en la rueda de prensa de Gilles Vanderpooten, activista social y con quien mantiene una conversación en el volumen "\u00A1Comprometeos!".

Este joven francés, de 26 años, ha abogado por la creación de un movimiento europeo de jóvenes indignados y comprometidos para llegar a propuestas concretas.

Por su parte, Hessel ha reivindicado el papel fundamental de Naciones Unidas, cuya creación, según ha reconocido, es uno de los hitos que más le ha marcado en su larga vida, junto con la influencia que tuvo el expresidente estadounidense Franklin Roosevelt para el siglo XX.

En este sentido, ha pedido a los países que se pongan a disposición de "esta gran organización mundial" para resolver los problemas y ha lamentado que los Estados miembros no la avalen lo suficiente y sean "demasiado cobardes a la hora de trabajar juntos".

Ante la posibilidad de que pueda ser galardonado con el Premio Nobel de la Paz, Hessel, lleno de energía y muy humilde, se ha mostrado muy tajante: "Me halaga mucho, pero estoy en contra. No he hecho nada para merecerlo. Solo he reflexionado sobre las sociedades actuales y esto no lo merece".

Finalmente, el escritor ha pedido el apoyo de los medios de comunicación, que "todavía gozan de cierta independencia", para "hablar de lo inaceptable, decir lo que no se puede aceptar bajo ningún concepto y para dar voz a los pequeños proyectos".