La Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (Unesco) ha concedido al Jardín Botánico Canario Viera y Clavijo de Gran Canaria una cátedra para la conservación de la biodiversidad vegetal en la región de la Macaronesia y el oeste de África. El organismo internacional ha premiado con esta distinción, la excelencia investigadora del Centro que dirige el botánico David Bramwell y el esfuerzo realizado en la conservación de la flora macaronésica.

Dicha cátedra, la primera que se concede en España y una de las pocas en el mundo a un centro no universitario, fue presentada ayer en el Gabinete Literario por el presidente del Cabildo de Gran Canaria José Manuel Bravo de Laguna, el rector de la Universidad de Las Palmas José Regidor, el presidente del Centro Unesco Gran Canaria Juan José Benítez de Lugo, el presidente de la Comisión Española de la Unesco Luis Ramallo, y la consejera insular de Medio Ambiente María del Mar Arévalo.

Bramwell, responsable del Jardín Botánico Viera y Clavijo desde 1974, será el director de esta Cátedra cuyo principal objetivo es establecer una estrategia coordinada de investigación, educación y conservación de la biodiversidad de una región tan fragmentada como la Macaronesia, que incluye los archipiélagos de Azores, Madeira, Canarias y Cabo Verde. "Con esta cátedra nos hemos comprometido a dar a conocer la gran biodiversidad y mejorar la base científica necesaria para su conservación. Contaremos para ello con una gran red de socios en toda la región de la Macaronesia, uno de los puntos calientes reconocidos de biodiversidad en el mundo", afirmó David Bramwell, quien reconoció que este logro es fruto "de muchos años de investigación y educación ambiental".

Entre los objetivos específicos de esta iniciativa se encuentra participar en la conservación de la biodiversidad y promocionar su uso racional y sostenible en la región; así como revaluar los conceptos y métodos actualmente aplicados en la conservación de los recursos naturales de las islas con vistas a adaptarse al cambio climático.

También se quiere promover programas de educación e investigación sobre la biodiversidad de la región, y crear un modelo y proyectos piloto o de demostración para la conservación de la biodiversidad aplicable a otras regiones, islas y archipiélagos del mundo. "Queremos cumplir con la estrategia global para la conservación vegetal, estrategia que se gestó en Gran Canaria y que fue aprobada en 2002 y renovada este año, y empezaremos por crear un modelo de conservación y uso sostenible aplicable en toda la región", indicó el director de la nueva Cátedra, al tiempo que matizó que "el gran objetivo científico de esta iniciativa será la integración de toda la información que se genere sobre la flora de la Macaronesia en versión electrónica y en papel".

El presidente de la comisión Unesco España, Luis Ramallo, manifestó que la cátedra se concibe en "un momento crucial de la vida intelectual de la humanidad porque estamos ante otra revolución, porque somos custodios de un entorno muy frágil que hay que conservar si queremos dejar a nuestros hijos".

Bravo de Laguna calificó la cátedra como un reconocimiento a décadas de investigación sobre la riqueza de la flora canaria, y anunció un esfuerzo por parte del Cabildo para impulsar los valores del Jardín Canario.