El Gobierno británico reunió ayer en Londres a una numerosa y variopinta representación de países, como Rusia o China, y de responsables de empresas como Facebook y Wikipedia con el fin de buscar una respuesta global a los delitos cibernéticos.

Desde ayer hasta hoy se celebra en la capital británica la mayor conferencia internacional celebrada nunca sobre los retos y el futuro del ciberespacio, a la que asisten un total de 700 delegados de 60 países.

Al Gobierno británico lo inquieta el alto número de delitos en la Red que sufren empresas y organismos públicos y las consecuencias que tienen para la economía, por lo que ha decidido organizar un evento que suponga un primer paso para la regulación a nivel mundial de Internet. El primer ministro británico, David Cameron, dijo en la conferencia que hace falta "alcanzar un equilibrio entre las demandas de seguridad y la necesidad de proteger la libertad de expresión".

En la imagen, el ministro británico de Exteriores, William Hague, pronuncia el discurso de apertura de la conferencia.