Padecer diabetes significa tomar múltiples decisiones cada día. Desde que amanece un diabético tiene que tener su vida bajo control. Actividades que al resto de la población no le influye en su día a día, para un diabético suponen cambios importantes en las dosis de insulina que debe inyectarse o en la comida que va a ingerir.

La diabetes es una patología que sufre un 20 por ciento de los canarios y que en algunos casos se puede prevenir con cambios en los hábitos de vida, como una comida sana y ejercicio físico diario. Este es el caso de la diabetes tipo 2 que es la más frecuente entre la población y la que aparece normalmente con más de 45 años. Para prevenir este tipo de diabetes y mejorar la calidad de vida trabaja la Asociación de Diabéticos de Gran Canaria (Adigran) que celebró ayer el Día Mundial de la Diabetes.

En cambio, la diabetes del tipo 1 llega antes de los 30 años y para combatirla es necesario inyectarse insulina diaria y controlar al milímetro las novedades de cada jornada. "Todo depende de qué vas a hacer desde que te levantes: actividad física, dormir la siesta... Es necesario planificarlo para ajustar la insulina, tener un buen control y no sufrir bajadas", explica Dácil Alvarado, trabajadora social de Adigran. "Cada vez que te enfrentas a un plato, tienes que estar contando, pesando y midiendo", comenta esta trabajadora social que desmiente que sea necesaria una dieta restrictiva y evitar alimentos como papas, pan o plátanos. De hecho, una persona con diabetes puede comer de todo con moderación y siguiendo su tratamiento.

Pese a lo complicado que puede parecer, las personas que lo padecen están acostumbradas a llevar un seguimiento meticuloso de su vida. Además, los avances tecnológicos cada vez se lo ponen más fácil. "Antes los aparatos eran enormes y lentos. Ahora los glucómetros proporcionan un resultado más rápido y te permiten descargar la información al ordenador. Ahora tienes mejor calidad de vida. No te sientes limitado", concluye.