Dos de cada diez hombres canarios afirman que tienen menos de una relación sexual al mes, según un informe realizado por la Asociación Española para la Salud Sexual (AESS), la Asociación Española de Andrología, Medicina Sexual y Reproductiva (ASESA) y la empresa farmacéutica Lilly.
En este informe internacional, basado en una encuesta realizada a 13.050 hombres de trece países (1.500 españoles y 70 de ellos canarios), se ha preguntado por los hábitos sexuales y por las consecuencias de una vida sexual insatisfactoria.
La valoración media que hacen los españoles de su satisfacción sexual es de un 6,25 sobre 10.
Según esta encuesta, los hombres españoles mantienen unas 1,3 relaciones sexuales por semana, cifra que sitúa al país en la media internacional, por debajo de los Estados Unidos y por encima de Canadá. La más alta es Portugal y la más baja es Corea.
Así, el 77 por ciento de los hombres canarios reconoce que no pide ayuda cuando sufre alguna disfunción sexual y no sabe muy bien a quién dirigirse y cómo afrontarla, según informó ayer la gerente de relaciones institucionales de Lilly España, Carmen Bueno. El estudio asegura que los canarios mantienen relaciones sexuales dos o más veces por semana y superan la media nacional (40 por ciento) en diez puntos. Como dato anecdótico, el informe recoge que los canarios eligen los viernes como el día de la semana preferido para mantener relaciones sexuales, mientras que el resto de los españoles opta por los sábados.
Sobre cuál es el momento del día en el que mantienen relaciones sexuales, los españoles manifiestan que no tienen ninguna preferencia, según ha contestado un 57 por ciento de los encuestados, y sobre las épocas del año, los canarios prefieren la primavera y el verano.
Las excusas que ponen los hombres para no relacionarse sexualmente fundamentalmente son el agotamiento, la falta de ganas, el sentirse mal, la ansiedad, el estrés y el exceso de alcohol.
Bueno resaltó que la disfunción eréctil empieza a reconocerse -en el año 2003 nadie decía que la padecía- y a tratarse más como una patología, como puede ser la hipertensión arterial o las cardiopatías.
