El dispositivo desplegado hace casi dos meses en El Hierro cuando se inició el episodio volcánico bajo las aguas de La Restinga se mantiene pese a que toda la isla está ya en situación de alerta amarilla por el fenómeno geológico.

Sólo los recursos humanos movilizados han sufrido una merma después de que este miércoles el Plan de Protección Civil por Riesgo Volcánico (Pevolca) decidiera pasar a semáforo amarillo el área de La Restinga, la única que quedaba en alerta roja de toda la isla.

Eso significa que tanto el personal civil como el militar que fue reforzado en la isla cuando comenzó la erupción volcánica submarina ha disminuido sensiblemente su operativo.

En el caso de los recursos dispuestos por la Comunidad Autónoma y las entidades sumadas a ese dispositivo (ONG y empresas, entre otras) el personal ha quedado reducido a aproximadamente un tercio. "Antes teníamos unas 30 personas, ahora han quedado en la isla unas 10", según explicó ayer a este periódico Humberto Gutiérrez, jefe del servicio de Protección Civil de la Dirección General de Seguridad y Emergencias del Gobierno canario, y director técnico del Pevolca.

La dirección del Plan de Protección Civil por Riesgo Volcánico dejó sólo en semáforo rojo la zona marina en la que se localiza la erupción, que coincide con la zona de exclusión marítima de cuatro millas.

Mínimos

Los retenes de personal están en niveles mínimos respecto a las semanas más álgidas de esta crisis volcánica. Por ejemplo, el del Grupo de Emergencias y Seguridad (GES) del Gobierno autónomo ha pasado de cuatro a dos efectivos.

En el caso de los efectivos militares, la Unidad Militar de Emergencias (UME), que fue reforzada también cuando se inició la erupción volcánica, ha quedado en la isla reducida al personal destinado en El Hierro, según Gutiérrez, unos nueve militares de entre los casi medio centenar que fueron desplegados en su momento.

En situación similar han quedado los recursos humanos dispuestos por Cruz Roja, ahora ya con el personal propio de sus centros locales e insulares.

Sin embargo, esta reducción de efectivos, a la vista de la progresiva disminución de las señales que emite el volcán, con rebaja sensible de la sismicidad y de la emisión de materiales y gases, no mantiene correspondencia con un repliegue de los dispositivos de telecomunicaciones, sanitario y logístico que se ubicaron en El Hierro, en algunos casos incluso antes de que comenzara el fenómeno eruptivo.

"Los medios logísticos y tecnológicos siguen en la isla por que el fenómeno volcánico continúa, aunque ahora estemos en un nivel de alerta inferior. En cualquier momento podría activarse", según Gutiérrez.

Lo mismo se aplicaría a los medios humanos. "Continúa el dispositivo en caso de que tuvieran que regresar a la isla porque la situación volviera a cambiar", subrayó.

En esa línea, el plan de evacuación insular para trasladar a la población por vía aérea y marítima también se mantiene. "El trabajo duro ya está hecho: se montaron estructuras tecnológicas y logísticas para albergar a personas si llegara el caso. Tan solo habría ahora, si se elevara de nuevo el nivel de alerta, que darle a la palanca, literalmente", afirmó Gutiérrez.