La última muerte machista, la de una mujer que falleció este lunes en Roquetas de Mar (Almería) a la que su marido disparó con una escopeta de caza, desató ayer una oleada de críticas a la ministra de Sanidad, Servicios Sociales e Igualdad, Ana Mato, por enmarcar la condena en un caso de "violencia en el entorno familiar".

Tras conocerse el suceso, el Ministerio hizo público un comunicado en el que condenó este último caso de "violencia en el entorno familiar".

El departamento recurrió en tres ocasiones en ese texto al término "violencia en el entorno familiar", lo que ha desatado la polémica, primero en internet y después entre dirigentes políticos y asociaciones de mujeres.

La propia ministra, tras asistir ayer a la toma de posesión de Ana Botella como alcaldesa de Madrid, aseguró que la terminología es "lo menos importante" para referirse a la violencia machista, y corroboró que "lo importante es que otra mujer ha muerto en España a manos de la persona que se supone que más la quería".

Además, la ministra descartó que su departamento se plantee cambios en la terminología de la ley (Ley Orgánica de medidas de protección integral contra la violencia de género). "Lo que vamos es a seguir trabajando para que no haya ni una sola mujer, ni una sola persona, que muera a manos de personas de su entorno".

Por su parte, su antecesora en el cargo, Leire Pajín, afeó a Mato los términos utilizados por que es muy importante "llamar a las cosas por su nombre".

Algo con lo que no está de acuerdo Cristina Pulido, gerente de la Asociación Mujer Canaria Siglo XXI. "Es absurdo que se haga polémica de esto. No me parece regresivo, ni cuestionable, ni ofensivo para nadie. Lo importante es que se acabe con estos crímenes".

Según Isabel Rivero, del Colectivo de Mujeres Harimaguada, "me parece adecuado usar el término violencia de género. No veo claro hablar de violencia en entorno familiar y referirse a otra cosa por que las mujeres son asesinadas por sus parejas".