Sólo pequeños problemas informáticos. La normalidad presidió ayer el primer día de la entrada en vigor del copago en las farmacias de Las Palmas de Gran Canaria. Ninguno de los ocho establecimientos de guardia que ayer abrieron en la capital grancanaria registraron incidentes de ningún tipo. Sólo hubo algún problema al aplicar el programa informático al inicio del día de ayer y comprobar que era correcto.

Varios de los pacientes que acudieron a comprar su medicina opinaban a la salida de la farmacia. Así, Jesús Valencia, militar, señala que la medida era especialmente penosa para los ancianos "que reciben una pensión mínima y tienen que pagar el agua, la luz, etc".

Víctor Hernández, un profesor de primaria, ayer acudió a adquirir la medicina de un familiar y tuvo que pagar 16 céntimos más. Hernández opina "mientras sean cantidades ínfimas no hay problema". Juan Sánchez, un pensionista de 71 años se quejaba de que los jubilados antes no tenían que pagar, pero que en su caso ha tenido que abonar "por vez primera ocho euros por un medicamento que hasta ahora le resultaba gratuito".

La secretaria general de Sanidad, Pilar Farjas, señaló ayer que los sistemas de transmisión de datos asociados al nuevo modelo, en el que cada ciudadano tiene asignado un código que marca el porcentaje del precio de venta que debe abonar por nivel de renta, "ha funcionando con absoluta normalidad" durante el día de ayer.

Las farmacias tuvieron además el trabajo añadido de comprobar lo que debe abonar cada uno a través de los sistemas informáticos, si las recetas aun no están adecuadas al modelo de códigos, explicar a los pacientes el nuevo modelo si no estaban informados y oír sus quejas.

Los pensionistas pagarán, con carácter general, el 10 por ciento de los fármacos, con unos límites de entre 8 y 60 euros mensuales. Los trabajadores con renta por encima de 18.000 euros pagarán el 50%, y los que estén por debajo seguirán abonando el 40%; aquellos con más de 100.000 euros, el 60%.

La aportación de los funcionarios será del 30 por ciento y estarán exentas las renta mínima de inserción y parados sin prestación.

Algunas farmacias recordaban que el de ayer era un día festivo, y con escasa afluencia de clientes, pero temen que hoy sea una jornada complicada, cuando haya más consultas médicas ordinarias.