Las farmacias canarias dan un ultimátum al Gobierno de Canarias y advierten que si en los próximos días no se hace efectivo el pago de las facturas de los meses de abril y mayo, irán a la huelga. Los dueños de las boticas pedirán por escrito al presidente del Gobierno de Canarias, Paulino Rivero, que haga de mediador para que Sanidad ingrese los 75 millones de euros que les adeudan.

Los farmacéuticos tomaron esta decisión ayer, durante una multitudinaria asamblea, debido a los problemas de liquidez que el impago está produciendo en las boticas canarias. El presidente del Colegio de Farmacéuticos de Las Palmas, Juan Ramón Santana, cifró ayer en más 60 las farmacias que tienen actualmente problemas de suministro y en un centenar las boticas que empiezan a comunicar a la administración y a la distribuidora que tienen problemas de liquidez.

De continuar con el impago, está previsto que la próxima semana se celebre una nueva asamblea extraordinaria en la que previsiblemente se decidirá ir a la huelga. Los profesionales exigen una reunión con los responsables sanitarios, ya que hasta el momento sólo han recibido "llamadas telefónicas", mientras que lo que quieren es mantener una reunión "cuanto antes". El presidente del Colegio explicó que el malestar entre los farmacéuticos es tal que ayer pedían cerrar desde hoy sus negocios, pero que por "respeto a la población" decidieron dar algo más de margen al Gobierno de Canarias. Además, decidieron iniciar una campaña informativa a los usuarios sobre este impago y el posible desabastecimiento.

Los propietarios de las farmacias llevan alertando de la situación estas últimas semanas y aseguran que habrá problemas para pagar las nóminas de los trabajadores. Además, al entrar en el mes de julio los problemas económicos se agravan porque los distribuidores se niegan a seguir suministrando medicamentos si previamente no se les paga la factura.

De hecho, empiezan a faltar en las boticas los fármacos de mayor precio, como los dirigidos a los enfermos de cáncer o a los pacientes trasplantados, ya que los farmacéuticos optimizan sus recursos adquiriendo los medicamentos con mayor dispensación. Aunque sean pocos los pacientes que demandan estos tratamientos, Santana recuerda que su obligación es ofrecer ese servicio.