Aprender chino es cada vez más común. La pujanza de la potencia oriental hace que su idioma y cultura atraiga a millones de personas en todo el mundo. Eso lo han tenido en cuenta ocho alumnos del Colegio Hispano Inglés de la capital, que comenzaron a estudiar la lengua hace pocos meses y que ahora se marchan a China a disfrutar de un campamento de verano de intercambio donde conocerán y disfrutarán del país oriental desde mañana y hasta final de mes.

El proyecto entra dentro del convenio firmado por el propio colegio y la Universidad de Las Palmas de Gran Canaria (ULPGC), a través del Centro Confucio, que tiene como objetivo impartir clases de chino en el centro educativo, dentro de su propia oferta académica, donde "los alumnos pueden elegirla como cuarta lengua", dijo Ereva Sánchez, directora de Secundaria del Hispano Inglés.

Antes de su partida, el rector de la ULPGC, José Regidor, y los codirectores del Centro Confucio, Teresa Cáceres y Ren Xianzhong, quisieron recibir ayer, en el Rectorado de la Universidad, a los alumnos y profesores para despedirlos.

Regidor valora la importancia de proyectos de este tipo en la formación de los alumnos. "No podemos pensar que con nuestra lengua es suficiente", señaló, y añadió que "la ULPGC es de las pocas Universidades de España que incorporan como tercera lengua moderna el chino".

Para los estudiantes, que cursan tercero y cuarto de la ESO, el chino "no es muy difícil hablarlo y oírlo, pero escribirlo sí", comentó Pablo González, de 15 años, y optan por esta lengua por su proyección. "Nos vale para el futuro", argumentó Cristina Gutiérrez, de 13 años. "Se trata de un viaje de ocio y cultura, donde conoceremos otras formas de vivir", añadió Pablo. Las profesoras, que aprenden el idioma a la vez que los niños resaltan que "a través de ellos es más fácil aprenderlo".