El Materno perderá el 35 % de sus camas a partir del verano. Así lo manifiestan los sindicatos, que alertan de que, además de las 40 camas denunciadas la semana pasada, hay que sumar otras 16, ya que en las plantas sexta y séptima las habitaciones pasarán de tener tres a dos camas. Según los representantes sindicales, fue el propio gerente en funciones del complejo hospitalario, Juan Carlos Martín, quien les comunicó esta nueva reducción en el transcurso de una reunión mantenida ayer.

Por su parte, la Consejería de Sanidad confirmó ayer la disminución del número de camas por habitación, pero no concretó una cifra global. Sanidad argumentó que se trata de una "reorganización" para "mejorar la asistencia" y que en el caso de aumentar la demanda en momentos concretos se podría poner una cama de más en las habitaciones.

Los sindicatos convocados por la gerencia (Intersindical Canaria, Cemsatse - SICS, UGT, CC OO, Sepca y Cobas) manifestaron ayer al gerente en funciones que la reducción de 56 camas impedirá atender adecuadamente a las mujeres embarazadas. Según los sindicatos, el cierre de las camas no se debe a una disminución de los partos a causa de la crisis económica porque no es "un dato significativo". Como dato, sólo en el pasado mes de julio se registraron más de 450 partos en el Materno.

"Con las camas que había hasta ahora en el Materno (160) teníamos un escape para cuando había picos asistenciales, pero a partir de ahora no habrá espacio suficiente para todas las embarazadas con sus diferentes particularidades y patologías", advirtió ayer Bernardo Medina, de Intersindical Canaria (IC), que comparecerá hoy en una rueda de prensa conjunta para hablar de los pormenores del conflicto sanitario. De hecho, los sindicalistas advirtieron a Martín que no dudan llevar a cabo medidas de presión si se sigue adelante con la decisión de suprimir el espacio de estancia de las embarazadas.

Esto es porque los sindicatos ven detrás del cierre de las camas motivaciones exclusivamente económicas. Denuncian que no se han tenido en cuenta las propuestas de los trabajadores y que todas las medidas se han realizado de espaldas a éstos, como es el caso de la obra de reforma por la que la planta octava se destinará a un área de despachos médicos, lo que produce la pérdida de las primeras 40 camas. Normalmente en la época estival se cierran algunas áreas debido a la reducción de la asistencia, pero en esta ocasión la clausura es definitiva. "La finalidad es cerrar camas para ahorrar contrataciones a costa de la calidad de los pacientes", añadió Medina. En algunas de las áreas afectadas por las obras conviven estos días obreros, embarazadas y sanitarios.