El médico Nicolás Chesa Ponce, jefe del Servicio de Urología del Hospital Universitario Insular de Gran Canaria, se ha jubilado recientemente tras 40 años entregado a la actividad asistencial.

Chesa Ponce se despidió recientemente del recinto hospitalario en el que ha estado prestando servicio con una conferencia en la que ilustró los hitos más destacados de estas cuatro décadas entregado a la atención a sus pacientes, la docencia y la investigación.

El salón de actos del Complejo Hospitalario Universitario Insular Materno Infantil fue el escenario en el que pronunció su conferencia Mis 40 años en el Hospital Insular.

Chesa Ponce aprovechó la ocasión para realizar un breve repaso por algunos de los acontecimientos más importantes en la historia del Servicio de Urología del Hospital Universitario Insular de Gran Canaria, así como su labor en el mismo como jefe del servicio.

En el año 1972 el médico grancanario se incorporó al Complejo Hospitalario Universitario Insular Materno Infantil como médico agregado.

Ese mismo año realizó la primera biopsia de próstata y, un año más tarde, la primera extracción de riñón.

Además de su dedicación a la atención hospitalaria, el médico ahora jubilado también ejerció labor docente.

En este sentido, Chesa Ponce fue profesor asociado en la Facultad de Ciencias Médicas y de la Salud de la Universidad de Las Palmas de Gran Canaria (ULPGC).

Esa tarea docente la ejerció en el periodo comprendido entre los años 1991 y 2010, lo que significa casi una década de clases en la Universidad grancanaria.

Fue en la década de los años noventa del pasado siglo, según recordó el médico en la conferencia pronunciada días pasados en el Complejo Hospitalario Universitario Insular Materno Infantil, cuando leyó su tesis doctoral. En concreto, en el año 1994, el mismo en el que fue nombrado Jefe del Servicio de Urología del Hospital Universitario Insular de Gran Canaria.

Desde su jefatura y su impulso, el servicio de Urología vivió dos de sus hitos más significativos en la historia hospitalaria del área sur de Gran Canaria y también de toda la provincia y España.

El primero ocurrió en el mes de mayo del año 2007. Fue entonces cuando se realizó el primer trasplante de riñón en la provincia, tras la obtención de la acreditación de las autoridades sanitarias al Hospital Universitario Insular de Gran Canaria como centro trasplantador de este órgano.

También se vivió bajo la jefatura del servicio de Nicolás Chesa Ponce el primer autotrasplante de riñón mediante la técnica de laparoscopia.

Además de un registro histórico para el hospital grancanario, la intervención, que tuvo lugar en el mismo año 2007, fue la primera de las de su clase que se realizó en España.

Chesa Ponce ha concluido, pues, sus cuatro décadas de servicio como médico especializado en el hospital capitalino con acontecimientos que han pasado a la historia clínica insular, provincial y estatal. Su reputación como especialista de excelencia se mide, asimismo, por el experto y cualificado equipo de urólogos que deja en el servicio.