Un hito sin precedentes para el sistema de trasplantes en España de órganos especialmente delicados como pulmón y corazón, y un avance técnico que permitirá aprovechar con todas las garantías las tres o cuatro donaciones de pulmón que se registran al año en Canarias. El mantenimiento de unos pulmones durante diez horas fuera del organismo, y su consiguiente traslado desde Gran Canaria al madrileño Hospital Puerta de Hierro, centro nacional de referencia, mediante el llamado PEPP (Perfusión Exvivo Pulmonar Portátil), una singular 'incubadora' portátil que evita el deterioro de los órganos, se trasplantó con éxito en un receptor con mismo grupo sanguíneo y características anatómicas.

Una intervención que se realizó en la primavera de 2011 a modo de proyecto piloto en el que participaron otros once pacientes, de los que tres se realizaron en el centro madrileño, entre ellos el que fue posible gracias a la familia del donante canario, y otros tres en Alemania, y cuyos resultados han sido publicados en la revista The Lancet.

El primer trasplante de pulmones que permanecieron diez horas fuera del cuerpo fue posible gracias a este ingenio técnico, de unos quince kilogramos de peso, que permite que los pulmones funcionen a la temperatura corporal, y con los mismos parámetros de oxigenación como si estuvieran en el organismo. No es la primera vez que los técnicos del Hospital Puerta de Hierro se trasladan a Gran Canaria para el traslado de un órgano que tiene un destinatario idóneo, pero si es la primera vez que el operativo culmina con un éxito que abre nuevas vías para las donaciones y trasplantes de pulmón y corazón.

"Habían venido unas cuatro veces en el último año y medio y lo que ha cambiado el operativo es que vienen más personas. En su momento, cuando se vio la posibilidad de este medio de traslado, se habilitaron las ambulancias para el equipo y se puso el marcha un protocolo humano y técnico que ha dado unos resultados formidables", explica Aurelio Pastor, coordinador de trasplantes del Servicio Canario de la Salud.

Este medio de traslado de órganos aporta mayor seguridad y eficacia que la preservación en frío de pulmones y corazón, donde el órgano está expuesto a un previsible mayor deterioro. Y en el caso de Canarias cobra una especial importancia porque "el corazón y el pulmón son de los órganos más sensibles, y la lejanía y los tiempos de vuelo entre la Península y Canarias hacen que en muchas ocasiones estos órganos de donantes no puedan ser utilizados, y aquí no hacemos este tipo de trasplantes".

Tiempo récord

El nuevo protocolo para este tipo de intervenciones cuando se produce el donante y existe un receptor compatible posibilita, según las distintas fuentes médicas consultadas por este periódico, que el receptor pueda ser trasplantado en un tiempo estimado entre las 12 y 14 horas desde que se comunica la disponibilidad hasta que el órgano se encuentra en la sala de operaciones para el trasplante.

"Cuando se produce un fallecimiento, nos ponemos en contacto con la Organización Nacional de Trasplantes para ver si de acuerdo con el grupo sanguíneo y las características anatómicas del donante que tenemos, saber si existe algún receptor compatible", detalla Arantza Anabitarte, responsable de trasplantes en el Hospital Dr. Negrín, y que ha participado de estos ensayos piloto. El requisito primario antes de dar la alerta al centro nacional es que se trate de un donante menor de 50 años y cuya causa del fallecimiento sea por un traumatismo craneoencefálico por accidente de tráfico u otras circunstancias, o accidentes cerebrovasculares. Del donante en cuestión no ha trascendido dato alguno, ni sexo, edad ni isla de procedencia, salvo que era canario y que sus pulmones estaban en perfectas condiciones para un donante determinado. Lo único cierto, dada la confidencialidad en este tipo de intervenciones tanto para el donante como el receptor, es que en las cuatro ocasiones que el equipo madrileño vino a las Islas en busca de órganos, dos posibles donantes eran mujeres y otros dos hombres.

"El punto de inflexión es el diagnóstico de muerte encefálica del donante, es la condición indispensable para que una persona pueda ser donante, y una vez que fallece el paciente es cuando se pone en marcha el dispositivo", puntualiza Arantza Anabitarte.

El paso siguiente es solicitar autorización a la familia para la extracción. Con este trámite asegurado es cuando el equipo médico, en este caso del Hospital Dr. Negrín, comienza con las pruebas de analítica para comprobar el estado del los órganos. A éstas se añaden otras de rayos y cuantas se estimen necesarias.

Con todo en su sitio y certificado el estado y correcto funcionamiento de los órganos, es la Organización Nacional de Trasplantes quien moviliza al centro madrileño. "Se ponen en marcha aviones ambulancia, se monta el equipo, humano y técnico, y en un tiempo de dos horas y media o tres horas, que es lo que dura el vuelo hasta Canarias, el equipo está en la Isla listo para la extracción", detalla la especialista del Negrín.

Y no es que el pulmón siga vivo, aunque se alimente de una solución de oxígeno y sangre, término incorrecto en este proceso, sino que, tal como subraya Anabitarte, "lo importante de este sistema de traslado es que es posible mantener el órgano en todas las condiciones normales posibles y evaluar su estado antes de proceder al trasplante".