Ante la suspensión de la campaña de vacunación los usuarios han decidido pagar de su bolsillo los antigripales. La demanda de estas dosis se ha disparado desde que hace una semana se cancelara la vacunación en los centros de salud al detectarse un defecto en el contenido de las inyecciones. Las cooperativas habían pedido para esta campaña, sólo en la provincia de Las Palmas, cerca de 4.500 dosis, una previsión que se ha quedado corta, ya que se han agotado en sólo unos días.

Por el momento las boticas no tienen previsto reponer las dosis vendidas hasta que se aclare qué va a pasar con las 250. 000 inyecciones inmovilizadas. La Consejería de Sanidad espera recibir la próxima semana 70.000 antigripales provenientes de otras comunidades autónomas para poder retomar la vacunación gratuita como cada año. La redistribución de las dosis es una de las alternativas de la comunidad canaria, que está a la espera de que la Agencia Española de Medicamentos decida finalmente retirar o no del mercado los antigripales defectuosos.

El director general de Salud Pública, José Díaz - Flores, explicó ayer que la Consejería de Sanidad aguarda la confirmación de la disponibilidad de las 70.000 vacunas que conformarían una primera tanda. Una cifra que podría incrementarse en las siguientes semanas. Según Díaz - Flores, si se consiguen obtener entre 150.000 y 180.000 antigripales se cubriría la demanda habitual de las Islas.

Pero hasta que llegue ese momento los canarios prefieren adelantarse y comprar las vacunas en la farmacia, que oscilan entre los 12 y 14 euros. La mayoría de los compradores de estos inyectables son personas de más de 65 años y con enfermedades crónicas para los que una gripe puede poner en riesgo su vida.

"La demanda ha sido tal que las farmacias canarias se encuentran actualmente desbordadas", reconoce Bartolomé Domínguez, vicepresidente del Colegio de Farmacéuticos de Las Palmas. Para la campaña anterior, en la que se engloba varios meses, las boticas compraron un 10 por ciento menos de antigripales y 1.000 no fueron vendidos, por lo que tuvieron que ser destruidos al no poder ser devueltos. En cambio, en esta ocasión son más las dosis que se han adquirido por las oficinas de farmacia y se han vendido en mucho menos tiempo.

Canarias es una de las ocho comunidades autónomas españolas que adquirieron las dosis defectuosas de la farmacéutica Novartis a través de una compra centralizada del Gobierno de España dirigida a ahorrar costes. Actualmente junto con Murcia, Ceuta y Melilla, es la región que más vacunas necesita porque aquí la campaña prácticamente fue inexistente, ya que empezó 20 días más tarde de lo habitual y se suspendió horas después de su comienzo. Esto evitó que fueran muchos los afectados en las Islas, aunque hasta el momento no se han detectado efectos adversos.

Del total de los antigripales comprados en todo el territorio nacional, los de Novartis suponen sólo un 20 por ciento, por lo que los responsables canarios apelaron esta semana a la solidaridad de otras comunidades para poder suministrase. Actualmente, con la gran demanda existente en toda Europa, es muy complicado comprar nuevas vacunas a otros laboratorios, por lo que el "préstamo" se convierte en la opción más viable si se retiran definitivamente las partidas de Novartis.

El director general de Salud Pública relató ayer que la consejería está valorando qué hacer con las primeras dosis que lleguen a las Islas: Si se suministran directamente a toda la población que lo solicite o si se dirigirán exclusivamente a la población de mayor riesgo. "Tenemos todavía unos días antes de que lleguen los antigripales para hacer una valoración", añadió.

Es importante recordar que la campaña anual, para la que se habían adquirido 250.000 dosis, está dirigida especialmente a los pacientes más vulnerables, como son mayores de 65 años, personas con enfermedades crónicas o embarazadas, así como el personal sanitario en general.