El consejero de Sanidad de Madrid, Javier Fernández-Lasquetty, aseguró ayer que la implantación del euro por receta, la externalización de los servicios sanitarios de seis hospitales o las consultas por la tarde no supondrán el fin de la sanidad pública madrileña.

En rueda de prensa, en la Consejería de Sanidad, Fernández-Lasquetty explicó las medidas de garantía de la sostenibilidad del sistema sanitario que ha aprobado el Gobierno regional y aseguró que una vez más no se va a cumplir la "profecía" de la oposición sobre el posible fin de la sanidad pública en la comunidad, que continuará siendo "universal, gratuita y de calidad".

Para ello se sacará a concurso la prestación de la asistencia sanitaria especializada para la población atendida por los hospitales Infanta Leonor, Infanta Sofía, Infanta Cristina, Tajo, Sureste y Henares.

Asimismo destacó que la Consejería quiere que sean los propios profesionales sanitarios los que gestionen directamente el 10 por ciento de los centros de salud, aproximadamente 26, con el objetivo de lograr una gestión más eficiente de los recursos.

El consejero madrileño también destacó entre las medidas aprobadas la transformación del Hospital de La Princesa en un centro hospitalario especializado en la atención de personas mayores de 75 años, así como el cambio del Carlos III en un centro de larga y media estancia, mientras que la apertura del Hospital de Collado Villalba se retrasará hasta finales de 2013.

Precisamente mientras Fernández-Lasquetty informaba de los planes de ajuste en la Sanidad madrileña, un grupo de unos 30 profesionales del Hospital de La Princesa accedieron al hall de la Consejería de Sanidad para mostrar su desacuerdo con la transformación de este hospital en un centro especializado en la atención de personas mayores.

Fernández-Lasquetty dijo que la Sanidad seguirá siendo la mayor prioridad del Gobierno regional, ya que representará el 45 por ciento del gasto de la Comunidad en 2013, con un presupuesto para ese año de 7.108 millones, un 7 por ciento menos que en 2012, señaló que quedarán exentos del pago del euro por receta los mismos grupos de personas que no tienen que hacer aportación al pago de medicamentos.

Por tanto, la tasa que se abonará en el momento de la dispensación del fármaco no se aplicará a los parados de larga duración que no perciban subsidio, los perceptores de pensiones no contributivas y de rentas de integración social, los afectados de síndrome tóxico, los discapacitados y las personas con tratamientos derivados de accidente de trabajo y enfermedad profesional.