El Instituto de Oceanografía y Cambio Global (Iocag) de la Universidad de Las Palmas de Gran Canaria, a través del grupo de investigación de Química Marina (Quima), estudiará a partir de 2013 el papel del océano como sumidero de dióxido de carbono (CO2) y sus efectos en el cambio climático, en la denominada ruta mariposa, que engloba el Atlántico, el Mediterráneo y el Mar Rojo.

Los científicos de la ULPGC Melchor González Dávila y Magdalena Santana Casiano partirán desde Canarias hacia Nueva York y golfo de Méjico, regresarán hacia Algeciras pasando por el Mediterráneo y el mar Rojo hasta la India y regresarán a Canarias.

La expedición, financiada por la Unión Europea en el marco del programa Carbochange, tiene como objetivo desarrollar el mayor registro sobre cómo están cambiando los niveles de CO2, con la novedad de que, además de estudiar lo que ocurre en la superficie del mar a través de los datos aportados por los barcos comerciales, se indagará sobre qué cantidad de CO2 tomada en la superficie es inyectada hacia las aguas más profundas y secuestrada miles de años.

Este proyecto, en el que el grupo Quima trabaja desde 2005, es un ejemplo de la proyección internacional que tienen los investigadores del Instituto Universitario de Oceanografía y Cambio Global del Parque Científico Tecnológico, el más joven de la ULPGC, creado en 2011, aunque encierra en sus filas a grupos científicos interdisciplinares con décadas de experiencia en el estudio de la actuación del océano sobre el cambio climático y de cómo afecta al ecosistema marino y costero, con la particularidad de que son pioneros y referente internacional en la investigación del océano profundo.

Precisamente el Iocag surgió ante la necesidad de estructurar y coordinar este conjunto de grupos interdisciplinares de investigación consolidados de la ULPGC.

Muchos de estos investigadores son un reclamo para cualquier proyecto científico internacional que tenga como objetivo el estudio oceanográfico y su impacto en el cambio global desde las vertientes biológica, física o química, entre otras. Como ejemplo destaca la participación de científicos como Santiago Hernández, Javier Arístegui y Alonso Hernández en la expedición Malaspina que se llevó a cabo entre 2010 y 2011, dirigida a inventariar el impacto del cambio global en el ecosistema del océano y explorar su biodiversidad.

Dirigido por Alonso Hernández, el Instituto de Oceanografía y Cambio Global tiene como principal objetivo impulsar la búsqueda de soluciones a las modificaciones que se están produciendo en la Tierra, en general, y en las Islas Canarias, en particular, como consecuencia del aumento antropogénico de temperatura. Para ello, llevan a cabo proyectos tanto autonómicos como nacionales e internacionales, y sobresalen en la creación de redes de investigación que propician el contacto entre los estudiosos de distintos grupos de investigación, con el fin de desarrollar programas de investigación estructurados, para el estudio del cambio propiciado por el ser humano y sus consecuencias.

"Nuestro objetivo es dinamizar la investigación de calidad que actualmente estamos realizando de manera individual los investigadores que conforman este instituto universitario. Para ello, propiciamos el contacto entre estos investigadores con la Administración y el tejido socioeconómico para proporcionar asesoramiento sobre las políticas adecuadas en cuanto al cambio global", apuntó Hernández.

Como ejemplo de esta colaboración y transmisión de conocimientos, destacan los trabajos dirigidos a reducir la emisión de dióxido de carbono en Canarias, con niveles muy superiores a lo permitido por el Protocolo de Kyoto. "Desde hace años, trabajamos en nuevos métodos para paliar las emisiones de dióxido de carbono que esta región produce. Con ello pretendemos crear empresas spin-offs y fundaciones de I+D+I, por lo que colaboraremos en el desarrollo tecnológico y la innovación de Canarias y de su entorno geográfico y cultural".

El Iocag se estructura en siete grupos científicos: Oceanografía Biológica, dirigido por Javier Arístegui; Química Marina, por González Dávila; Biotecnología Marina, a cargo de Guillermo García-Blairsy; Procesado de Imágenes y Teledetección, dirigido por Francisco Eugenio González; Geología Aplicada y Regional, coordinado por Alejandro Lomoschitz; Oceanografía Física y Oceanografía por Satélite, a cargo de Alonso Hernández; y Geografía Física y Medio Ambiente, dirigido por Emma Pérez-Chacón.

Todos los grupos se complementan entre sí en torno a cuatro grandes áreas de investigación: Oceanografía, Biotecnología Marina, Modelos y Predicción Climática y Teledetección y Desarrollo Tecnológico.

En Oceanografía Costera destacan, a modo de ejemplo, los trabajos de identificación de áreas geográficas canarias especialmente vulnerables al cambio global y la evaluación de la erosión de playas y campos de dunas litorales. En Oceanografía a gran escala, el análisis del efecto directo e indirecto del calentamiento global sobre los mecanismos de control de las poblaciones de peces y los recursos pesqueros en aguas canarias y africanas. En Biotecnología Marina, la consolidación del Banco Nacional de Algas como referente en el estudio de biodiversidad de plantas y microorganismos acuáticos. En Modelos y Predicción Climática, la evaluación de la sensibilidad, futuros impactos y vulnerabilidad al cambio global. Y en Teledetección y Desarrollo Tecnológico, el desarrollo e innovación de nueva instrumentación oceanográfica para medir propiedades del océano, claves para entender el cambio global.

En definitiva, el Iocag es el germen de un gran centro de investigación multidisciplinar sobre el cambio global en Canarias, abierto a la integración de otros centros de investigación que aborden diferentes perspectivas del cambio global.

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