El Centro Comercial La Ballena acoge desde hace un mes los tres primeros contenedores de reciclaje de ropa de Canarias cuyo fin, a diferencia de los que se han instalado en otros municipios de las Islas, es completamente altruista ya que lo gestiona directamente Cáritas. Dos de ellos están colocados en la segunda planta del centro comercial, mientras que el tercero está en la planta baja, al lado de los aparcamientos. Por lo pronto, y tras el primer mes en que se lleva realizando este proyecto, se han depositado más de 3.500 kilos de ropa.

Hay que destacar que todas las prendas que se vayan cediendo serán utilizadas exclusivamente dentro del programa Tabita, destinado a la promoción social y personal para la reinserción laboral de personas en exclusión o riesgo de exclusión social, utilizando como medio la formación y la ocupación. Para la adjunta a la gerencia de la empresa comercial, Leila López, que estuvo acompañada durante la presentación por la secretaria de la Fundación Cáritas, Fátima Díaz; su presidente, Pedro Herranz, y el presidente de la Comunidad de Propietarios del Centro Comercial, Antonio Cruz-Mayor Suárez, el objetivo es "ayudar a aquellos que están en una situación desesperada".

López aclaró desde el principio que hubo una carrera contrarreloj para tener preparados los contenedores lo antes posible, "y se ha demostrado la generosidad de la gente que ha depositado ropa desde antes de que los instaláramos". López subrayó que cede espacios en zonas del centro para que luego Cáritas pueda recaudar fondos para sus proyectos y "tanto los comerciantes como la propiedad del centro se manifestaron desde el principio contundentemente a favor de esta iniciativa".

Población

La gerente reveló que desde el empresariado estaban seguros "de que la población se comportaría de forma solidaria", pero que "nunca" pudieron prever "la generosidad con la que están ayudando altruistamente a esta iniciativa".

Fátima Díaz recordó que en 2003 Cáritas Diocesana creó Cáritas Canarias para ayudar a las personas que más lo necesitan como medio de acceder al mundo laboral y destacó de este proyecto la importancia no sólo social, sino ecológica de la rehabilitación de las prendas. "Además de seleccionar la ropa que puede volver a ser utilizada para elaborar nuevas prendas o adecuarlas a la moda", comentó, "aquella que se encuentra más deteriorada pasa a convertirse en materiales para realizar traperas, bolsos, trapos y otros elementos de uso doméstico o personal".

Pedro Herranz destacó el trabajo que Tabita realiza y agradeció la colaboración fundamental que presta el centro comercial en este proyecto, ya que sin el apoyo de ellos y de muchos colaboradores, como medio centenar de voluntarios, no sería posible esta iniciativa "que trata de reinsertar o evitar la exclusión de personas".