La subida de las tasas universitarias en Canarias, que han experimentado el incremento más abultado de todos los tiempos (un 42,1% sólo en la primera matrícula), se ha cebado especialmente en los alumnos que repiten asignatura este curso 2012-2013, a quienes se penaliza con un aumento de los precios que en muchos casos duplican las tasas del último año académico 2011-2012.

Casi un treinta por ciento del alumnado de la Universidad de Las Palmas de Gran Canaria (ULPGC) se ha matriculado este curso de alguna asignatura en segunda convocatoria, tercera o sucesiva de las enseñanzas, alrededor de 6.000 estudiantes, lo que significa que estos han tenido que pagar entre un 42,1% y hasta más del 100% del precio que se tenía que abonar anteriormente.

De los 22.117 alumnos inscritos este curso en la ULPGC de primer y segundo ciclos, unos 3.300 se han matriculado de una asignatura en segunda convocatoria, y otros 2.800, en la tercera o sucesivas, lo que supone un 15% y un 13%, respectivamente del total, según los datos aportados por la ULPGC (aunque hay que tener en cuenta que pueden solaparse, en una cifra no determinada, casos de uno y otro grupo de alumnos).

Si bien el Gobierno de Canarias, el competente en fijar los precios públicos de los servicios académicos de las universidades, optó por la subida más reducida de las tasas, el 15%, de un tramo entre esa cifra y hasta el 25%, el impacto en los precios que han de pagar los alumnos de la ULPGC y la Universidad de La Laguna se ha traducido en cuantiosas diferencias sobre las antiguas tasas, vigentes hasta el último curso. La Consejería de Educación, Universidades y Sostenibilidad intentó con esa menor subida amortiguar las consecuencias de un incremento que ha terminado por hacer mella en cualquier caso sobre los estudiantes y las economías de domésticas de sus familias.

Efectos de los que hay que responsabilizar, en cualquier caso, al Ministerio de Educación, Cultura y Deporte que decretó la subida de las tasas antes del verano pasado como una de sus medidas de ajuste presupuestario, con la que se pretenden reducir hasta 3.000 millones en el sector de la enseñanza pública española.

La subida se ha notado más en Canarias, que junto con Cataluña (66,7%), Castilla y León (41,9%), Madrid (38,1%) y Comunidad Valenciana (33,3%) ha registrado los mayores aumentos de las tasas, precisamente por que hasta el pasado curso era una de las comunidades autónomas con los precios más bajos de todo el Estado. De esta forma, el alumnado de las universidades públicas del Archipiélago ha pasado de tener que asumir el 10% del coste real de sus carreras a verse obligado a pagar ahora el 15% a partir de este curso.

Los alumnos han de desembolsar pues, en el caso de la ULPGC y también de la ULL, quince de cada cien euros que se gasta en su formación. El resto de los alrededor de 6.000 euros de media que se estima que cuesta al año un estudiante universitario queda para ser sufragado por el presupuesto público.

Inasumible

"Lo normal es que todo el mundo no lo apruebe todo en el primer año", afirma una alumna que cursa estudios de Medicina en la Universidad grancanaria, que prefiere guardar el anonimato. En primer año los estudiantes han de matricularse de un curso completo. Y en esa titulación, que tiene el máximo grado de experimentalidad (el 1 de los cuatro existentes), ha costado a los alumnos de nuevo ingreso la matrícula unos 1.100 euros. "El crédito en segunda matrícula ha pasado de 116 a más de 200 euros. Algo inasumible para muchos alumnos. Algunos no se han podido matricular o, en el peor de los casos, han tenido que abandonar los estudios", añade la estudiante. La realidad no es para menos. El precio del crédito se ha encarecido en esa primera matrícula 5,55 euros y ahora roza casi los veinte (18,99 euros). Los alumnos se matriculan de asignaturas de duración cuatrimestral o semestral, cada una de ellas formadas por un mínimo de seis créditos.

Así que, teniendo en cuenta esa premisa y con el mismo ejemplo de la alumna de Medicina (o cualquiera de otra de las titulaciones de grado de experimentalidad 1), una asignatura de seis créditos, en primera matrícula, les ha costado a los alumnos de ingreso una asignatura cuatrimestrales o semestrales, unos 113 euros.

La misma asignatura, si se repite por segunda vez (segunda matrícula y con docencia), obliga a un desembolso de casi 230 euros, prácticamente el doble de lo que se pagaba hasta el pasado curso.

Y si el estudiante tiene que acudir a una tercera inscripción por que no ha conseguido el aprobado, los pagos se vuelven casi prohibitivos, 492 euros por una asignatura de seis créditos. La cuarta o sucesivas matrículas es para economías por encima de la media: 682 euros por una asignatura. De manera que dos asignaturas cuatrimestrales en esa convocatoria, con alguna más en segunda y tercera, puede superar el precio de un curso completo al alumno que se encuentre en esa situación, quien además deberá asumir el gasto de las materias de nueva matrícula.

Pese a que es en este curso cuando por razones obvias han empezado a sentirse los efectos de la subida, estos serán previsiblemente más contundentes a partir del próximo periodo académico de 2013-2014.

Presión económica

Nuevos y eventuales ajustes en el sistema público universitario y, sobre todo, la implantación del cuarto curso de los grados en las carreras en virtud de la adaptación de las titulaciones al Espacio Europeo de Educación Superior aumentarán la presión económica en las familias. Será así por que entonces avanzará el expediente académico y, por tanto, la posibilidad de que queden más asignaturas en el camino de cada alumno de tercera y cuarta convocatorias.

Aunque la capacidad recaudatoria de las universidades aumentará, ya lo ha hecho en teoría este mismo curso, al crecer también los importes de los créditos y las asignaturas, los ingresos pueden tambalearse por la pérdida de alumnos. La Universidad de La Laguna ya ha reconocido, al respecto, una pérdida de alrededor de un millar de estudiantes este año académico. La Universidad grancanaria parece mantenerlos.