El Gobierno autónomo firmó ayer con los empresarios, sindicatos y el Consejo Escolar de Canarias el Plan Canario de Formación Profesional, la nueva estrategia para la FP, que tiene entre sus objetivos prioritarios el establecimiento de las nuevas titulaciones bajo la demanda de los colectivos empresariales y sociales, y teniendo en cuenta la realidad y necesidades que se detecten en cada una de las islas del Archipiélago.

Además, también en lo que se refiere a las titulaciones, el Plan pretende romper el desequilibrio que existe en la actualidad por la atomización de las peticiones de plazas en los ciclos formativos más tradicionales, que engrosan el 70 por ciento de la demanda (en concreto, cuatro familias profesionales: las de Sanidad; Servicios Socioculturales y a la comunidad; Hostelería y Turismo, y Transportes).

El vicepresidente del Gobierno y consejero de Educación, Universidades y Sostenibilidad, José Miguel Pérez, y la consejera de Empleo , Industria y Comercio, Margarita Ramos, subrayaron ayer que el Plan permitirá atender todas las necesidades formativas en Canarias.

"No sabemos lo que ocurrirá en los próximos años, porque la situación económica es de gran incertidumbre", indicó Pérez, "pero estas son las bases de la nueva Formación Profesional que ya se están poniendo a partir de este curso 2012-2013 para lograr un nuevo modelo económico en Canarias", añadió.

Una nueva Formación Profesional que ahora parece estar cobrando su puesto en el sistema educativo a cuenta de los drásticos efectos de la crisis sobre el empleo y la demanda de capacitación.

A ello se refirió también ayer Pérez, al destacar que "por primera vez en la historia", la FP ha adelantado en número de alumnos a la cifra de estudiantes que hay matriculados este año académico en Canarias en cursos de Bachillerato.

"Este Plan está hecho para que sus acciones puedan permitir la capacitación de hombres y mujeres, para que puedan competir en el mercado laboral en el momento en el que mejore la situación económica del país".

Por su parte, la consejera de Empleo, Industria y y Comercio, Margarita Ramos, destacó el amplio consenso que ha conseguido el Plan, que ayer firmaron por parte de la Confederación Canaria de Empresarios, Sebastián Grisaleña; por UGT, Gustavo Santana; por la Consejería de Agricultura, Fernando Peña; y por el Consejo Escolar de Canarias, su presidenta, María Dolores Berriel.

"Tratamos de dar respuesta", señaló Ramos, "al sistema educativo y orientarlo a los tiempos que corren. Se pretende hacer de la FP un verdadero baluarte para jóvenes y personas desempleadas", los dos colectivos a los que está destinado el Plan autonómico.

La nueva estrategia para la Formación Profesional en la comunidad autónoma durante los próximos cuatro años ha tardado algo más de un año en fraguarse, como recordó José Miguel Pérez, fruto de ese diálogo constante entre los diferentes agentes sociales.

A diferencia de las estrategias anteriores, en el Plan que regirá para la Formación Profesional en los próximos años se incorpora un "diagnóstico muy preciso de cada isla", en el que han intervenido los diferentes agentes sociales y que se actualizará para lograr una mayor conexión entre las necesidades reales de las empresas y los sectores productivos, y la formación del alumnado que elija la FP en su itinerario formativo así como también la de los adultos en desempleo con necesidades de capacitación.

A los destinatarios específicos del Plan se refirió ayer José Moya, director general de Formación Profesional de la Administración educativa canaria.

"Las fuentes de alumnos pueden ser muy variadas pero el Plan tiene dos públicos potenciales", explicó. "Por la vía del sistema educativo, sabemos cuántos pueden ser: entre 33.000 y 40.000 alumnos".

Eso en Canarias, porque "para el conjunto del Estado harán falta unas 200.000 plazas. Esos cálculos son los del Gobierno anterior. El Ministerio de Educación actual no sabemos en cuánto lo va a cifrar", indicó Moya. El segundo caudal de alumnos potenciales es el de los que utilizarán esta formación como enganche para el empleo.