El Gobierno autónomo ha rebajado en un 96% la financiación de becas y contratos destinados a los jóvenes científicos de las dos universidades canarias, lo que provocará que 102 becarios de investigación de la Universidad de Las Palmas de Gran Canaria (ULPGC) y de la Universidad de La Laguna (ULL) pierdan su empleo a partir del próximo 1 de enero.

Al menos eso se desprende de la previsión del borrador de la ley de presupuestos de la comunidad autónoma para 2013, que fija en sólo 234.000 euros la partida que se destinará en el próximo ejercicio al capital humano investigador e innovador, lo que supone una brutal disminución de la cuantía de este año, de casi seis millones de euros.

Sin embargo, el director de la Agencia Canaria de Investigación, Innovación y Sociedad de la Información (Aciisi), Juan Ruiz Alzola, se comprometió ayer con los afectados a presentar las enmiendas precisas en el trámite parlamentario de la ley presupuestaria para garantizar la financiación necesaria que haga posible mantener esas plazas, según explicó a este periódico Natalia Rodríguez, becaria y miembro de la Plataforma de Investigadores de la Aciisi afectados por los recortes.

Una representación de los jóvenes científicos mantuvo ayer una reunión con Ruiz Alzola y el rector de la ULL, Eduardo Doménech, para tratar el asunto. "Estamos satisfechos con el resultado de este primer encuentro", afirmó Rodríguez.

Mañana, viernes, está previsto que se repita la reunión de los afectados de la ULPGC con el propio director de la Aciisi y el Vicerrectorado de Investigación de la Universidad grancanaria.

Tesis doctorales

La caída de la financiación de la I+D+i en el Archipiélago afectará en primer término a los científicos con beca o contrato que trabajan en las universidades con cargo al Programa de Formación de Personal de Investigación de la Agencia Canaria de Investigación, Innovación y Sociedad de la Información (Aciisi).

Como denunciaron ayer las dos universidades canarias, ese personal forma parte importante de su plantilla de jóvenes investigadores cuyos puestos se financian con fondos de distinta procedencia.

En el caso de la ULPGC los fondos del programa de la Agencia Canaria financian hasta ahora el 30% de esa plantilla, lo que supone que 43 investigadores se quedarían sin beca o contrato a partir de enero de 2013.

En la universidad lagunera, por su parte, el programa cubre las nóminas de un total de 59 científicos, que también estarían en la misma situación cuando acabe este año.

Los jóvenes científicos con beca o contrato de la Aciisi han empezado a movilizarse y ayer denunciaron la precariedad de su situación y forzaron las reuniones con la Aciisi y los centros académicos

"Estamos muy alarmados", reconocen en un comunicado difundido por la Universidad de La Laguna, por lo que las previsiones presupuestarias implican "para nuestro futuro profesional y para la supervivencia de la investigación y la universidad en Canarias", señala la Plataforma de Investigadores de la Aciisi afectados por los presupuestos de 2013.

Los científicos afirman que ni la Agencia Canaria ni las universidades les han informado previamente del asunto, que conocieron a través de los medios de comunicación. Y añaden que quedarse sin la beca o el contrato provocará que no dispongan de financiación para continuar realizando sus tesis doctorales.

Además de los 102 jóvenes investigadores ya en nómina en las universidades, el recorte del Gobierno autónomo provocará la supresión de la convocatoria de becas para este año 2012, aprobada por 28 nuevos investigadores, y la suspensión de la de 2013.

Lo que implica que se está "poniendo en serio peligro el futuro investigador y competitivo de las universidades canarias, al no contar con personal para llevar a cabo los proyectos de investigación en curso y venideros", señalan los jóvenes científicos en el comunicado.

Las becas de investigación constituyen la puerta de acceso a la carrera docente y científica en el sistema universitario de decenas de titulados que cubren un programa de cuatro años.

La docencia y la investigación inherentes a la realización de la tesis doctoral forma parte de su actividad, que es remunerada en contrapartida a los servicios que prestan a sus centros.

Además, forman parte de la savia nueva del personal investigador de las universidades, a las que proporcionan estabilidad y garantías de poder realizar el relevo generacional. De ahí que la eventual supresión de sus puestos, por falta de financiación, tenga alarmados a los rectores y sus equipos de gobierno.

En los dos primeros años este personal dispone de beca, mientras que en los dos que restan para acabar su tesis tienen contrato.

Unos contratos que se han visto alterados en los últimos tiempos por los recortes y las medidas de ajuste gubernamentales, estatales y autonómicas, aplicadas al conjunto de los trabajadores públicos.

En la ULPGC, por ejemplo, un becario percibe de media unos 1.300 euros brutos al mes, recortes al margen. A la Aciisi cada becario le cuesta al año unos 17.000 euros, lo que significa que los 102 que ahora pueden perder su puesto implican un gasto anual de casi un millón ochocientos mil euros.