El cierre indefinido de medio centenar de camas del Hospital Doctor Negrín ha supuesto la supresión de más de 300 trabajadores a los que no les han renovado sus contratos, en su mayoría enfermeros, auxiliares de enfermería y celadores. Así lo denuncian los sindicatos que explican que esta medida afecta a los profesionales de todas las categorías del Servicio Canario de Salud (SCS). Por su parte, fuentes de la Consejería de Sanidad del Gobierno de Canarias mantienen que con los recursos actuales se atiende con "normalidad" la demanda asistencial.

La gerencia del Hospital Doctor Negrín decidió alargar sine díe la clausura de tres plantas del hospital público prevista en un principio para los meses de verano, algo que estos últimos años viene siendo usual en Canarias que se justifica por la reducción en esta época del año de la demanda asistencial. Pero, según los trabajadores del SCS, es la primera vez en la historia del centro hospitalario de la capital grancanaria en que el cierre estival llega al otoño e incluso al invierno.

"Todas estas medidas de la gerencia del Negrín se están tomando exclusivamente para reducir gastos. Todo por un motivo exclusivamente economicista. No se tiene en cuenta que es lo más adecuado para los pacientes ni para los trabajadores que son quienes sufren la toma de decisiones unilaterales", critica Agustín Navarro, presidente del Sindicato Independiente Canario de Salud (SICS). Navarro recuerda que el número de trabajadores a los que no se les renueva (más de 300) es tan alto porque cada planta necesita para funcionar tres turnos al día, más las libranzas correspondientes.

Además, a la eliminación de las 48 camas del hospital capitalino, distribuidas en tres plantas, hay que añadir otras 20 de una planta clausurada en el Hospital San Roque de Guía, que pertenece a la misma gerencia, y que también se está viendo damnificado por las medidas.

Los trabajadores del SCS a los que no se les han renovado sus contratos temporales trabajaban en las plantas ahora clausuradas del Negrín, pero también en los servicios a los que los compañeros con contratos fijos han vuelto al suprimir el medio centenar de camas.

Los profesionales esperan ahora a que se aprueben los presupuestos de 2013 cuando se tomarán nuevas medidas y que está previsto para finales del próximo mes. "En enero será peor que hasta el momento, parece que se va a reducir aún más el personal", lamenta Navarro que asegura que la gerencia comunicó a los sindicatos que la supresión de las camas se debía a la "escasez de dinero".

Los organizaciones sindicales, como el Sindicato de Médicos de Las Palmas, recuerdan que todos estos recortes se traducen en menos intervenciones quirúrgicas y por lo tanto en un aumento de la lista de espera. A las plantas de especialidades se les suma cuatro camas de la UMI (Unidad de Medicina Intensiva) y cinco quirófanos. También se suprimieron dos camas de Reanimación, pero, según el SICS, éstas sí se han vuelto a abrir.